Pablo Nieto
La obra de Bill Conti ha estado siempre muy vinculada a la carrera cinematográfica de Silvester Stallone. "Rocky", fue el punto de inflexión de sus carreras. Una película gracias a la cual ambos pasaron del anonimato a la fama de forma fulgurante. Su amistad, más allá de las evidentes raíces italianas de ambos, siempre se sustentó sobre las bases del "Gonna Fly Now", y es posible que así podamos explicar el por qué de la presencia de Conti en las sucesivas continuaciones de la historia del Potro Italiano, y en otros films para los que el propio Stallone eligió al bueno de Bill como compositor. Así, conviene recordar "F.I.S.T: Símbolo de Fuerza", "La Cocina del Infierno" (Paradise Alley), "Evasión o Victoria" (Victory!) y como "Encerrado" (Lock Up) , la obra que ahora nos ocupa.
"Encerrado" es el típico film denuncia de la corrupción del sistema con ambientación en una prisión. El género carcelario siempre había sido muy bien visto en Hollywood a la hora de su comercialización cinematográfica, sobretodo tras éxitos como "El Hombre de Alcatraz", "La Fuga de Alcatraz" o "Brubaker". Y ese filón es el que trato de aprovechar esta producción; al tiempo que se ofrecía el nombre de Sylvester Stallone como principal reclamo. Eran sin duda buenos tiempos para Sly, su "Rambo" era el icono de los 80, y la taquilla hiciera lo que hiciera, era algo que tenía asegurado, como pocos meses antes de estrenar "Encerrado" había demostrado con "Tango y Cash".
En esta película, Stallone da vida a Frank Leone, un preso a punto de terminar su condena que apura los últimos días de libertad condicional, antes de ingresar de nuevo en prisión para liquidar, de una vez por todas, su deuda con la sociedad. Sin embargo, Leone no es un preso cualquiera. Gracias a él, se consiguió destapar un importante escándalo de corrupción en su anterior prisión que afectaba directamente a su Alcaide: Warden Drumgoole (Donald Sutherland). Este como venganza, conseguirá que Leone sea trasladado a la prisión donde ha sido desterrado. Un auténtico pozo del infierno, donde torturará hasta el límite a Leone con la única obsesión de evitar que vuelva a ver la luz del día. El poco insigne John Flynn, es el encargado de dirigir esta rocambolesca historia de odio, venganza y posterior redención, mitificada por los aficionados a la música de cine gracias a la estupenda e inédita partitura de Bill Conti.
Hemos tenido que esperar 16 años, para poder disfrutar de una edición discográfica de “Encerrado”. El responsable de tamaña hazaña ha sido, como no, Douglass Fake, que a través de su sello Intrada ha sacado a la venta una edición limitada y especial de 1200 copias de este score (sin duda el único punto negativo de la edición, pues la moda de estas tiradas limitadas a precios desorbitados empieza a ser realmente molesta y sobretodo, denunciable).
En este trabajo, Conti se centra en reflejar emociones utilizando de forma muy inteligente orquesta y sintetizadores. Metáfora de la lucha entre la opresión y la libertad. En dicha batalla también habrá espacio para la melancolía, para la instrospección... siendo ahí donde entra en juego el tema de Leone. Un omnipresente tema a piano, asociado a la pureza e inocencia de Frank Leone. Sin duda, el leit motiv de la película, emotivo y evocador, que podemos también asociar a la idea de la libertad. Utilizado para abrir el disco (“Main Titles”), y el film (en la evocadora escena del partido de rugby con su hijo en un parque), podemos disfrutar de él, con ligeras variantes y versiones más o menos largas, en cortes como "You Won´t Break Me", "The Mustang", "Times Up", "Conyugal Visits" o "Your Incredible Smile".
El personaje del Alcaide Drumgoole también tendrá su propio tema. Un motivo donde los sintetizadores asumen el protagonismo, destacando especialmente el obsesivo punteo de bajo electrónico que lo identifica melodicamente. Cortes como "Payback Time", "Steam Bath" o "Hold Your Fire" presentan versiones claramente definidas del mismo. Sin embargo, es sobresaliente su utilización como contrapunto con la orquesta, en concreto con el tema que llamaremos "del desafío". Un motivo que aparecerá por primera vez en "Welcome to Gateway", donde predomina el uso del sintetizador, que posteriormente será sustituido por la orquesta en el antológico corte "First Down!", que pertenece a la secuencia del partido de fútbol americano entre presos y guardas. Sin duda, una de las joyas sinfónicas de la carrera de Bill Conti.
Pues bien, el tema del Alcaide será utilizado junto a este otro motivo en cortes como "First Base" y muy especialmente "Do It", un corte realmente complejo donde Conti pone en juego todo su talento, y que nos recuerda tanto por su sentido del ritmo como melódicamente, a la obertura de "Requiem por los que van a morir" (A Prayer for the Dying). La línea atonal y opresiva del tema del Alcaide, tendrá continuación en cortes como "He Can Take More", "Name and Number" o "Breakout". Funcionales, pero muy necesarios para la creación de la especial atmósfera musical concebida por Conti para "Encerrado". Un score, que a nivel general no puede ser considerado ni de lejos el mejor de su carrera, pero con ciertas individualidades, como el tema de Leone y ese "First Down!" al que hacíamos referencia, dignos de ser recordados como dos piezas musicales imprescindibles a la hora de valorar el legado musical de Bill Conti.
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