Año: 2002 Compositor: Salisbury, Ben Director: David Attenborough
Esta sección nació con la vocación de sacar a la luz composiciones que no han tenido una edición discográfica. En el fondo, aquellas que no forman parte de la imaginería popular aisladas de su soporte físico (el filme). Podríamos empezar y finalizar el estudio de esta banda sonora en dos líneas. O tan siquiera en un párrafo. Resumirlo en algo tan escueto como encontrarnos ante la composición de dos músicos pródigos en la sintetización musical para una serie documental presentada por el buque insigne de la BBC, David Attenborough, ”The Life of Mammals” (“Mamíferos”, en la distribución española). Lamentablemente, con este breve comentario ya bastaría para rescatar del ghetto de los rechazados, a esta tan singular como fresca obra por muy diversos motivos.
Pero no me malinterpreten. No es el fin de esta casa una descripción típica de los cromos de fútbol, ni nuestro compromiso con el lector una mera declaración de intenciones. Debemos ofrecer un valor añadido, como el que la BBC otorgó a este trabajo. Y es que decir que la BBC es una de las tres agencias más importantes del medio audiovisual (por no decir sólo del documental), es algo conocido por todos. Destacar que la BBC cuando produce, cuando dirige, cuando contrata, no lo hace mirando a su cartera, es algo que salta a la vista tras los resultados latentes en cada una de sus programaciones. Decir que la BBC tiene su estructura propia, tanto de ejecución como de creatividad, que está exenta y no sujeta a convencionalismos o estándares de la industria, no es más que un pleonasmo.
Desde el punto de vista fílmico (o televisivo, para ser más exactos), nos hallamos ante una obra maestra del género documental que vio la luz en Noviembre del 2002. Tras los éxitos de “The Trials of Life” ( Desafíos de la Vida, 1990 ), “Life of Birds” ( La Vida de las Aves, 2000 ), “The Blue Planet” ( Planeta Azul, 2002 ), entre los más conocidos e importantes, la BBC, de la mano de su caballo ganador para documentales David Attenborough, reaparece con esta serie de 10 capítulos, primeramente en el medio televisivo y más tarde a modo de edición en un cuidado formato de 4 DVDs (5 para la edición española, paradójicamente no tan cuidada), donde lejos de mostrarse las penurias a las que se ven sometidas miles de especies por la tortura inconsciente de la evolución humana, se nos muestran melódicamente las bellezas del mundo animal, concretamente la rama de los Mamíferos, pudiendo presumir de captar por primera vez su vida en grupo o nuevos comportamientos hasta entonces desconocidos. No en vano fue nominada en el 2003 a cuatro aspectos técnicos por sus premios patrios, los BAFTA (en el apartado de Fotografía y Producción entre los más destacados).
Discográficamente hablando, nos hallamos ante uno de estos misterios sin resolver tanto para la industria angloamericana como para la española. Empecemos hablando de que la edición de la banda de sonido ha sido incluida en el cuarto DVD inglés de la serie, en una pista de audio Dolby Digital Stereo 2.0, independiente de las demás pistas mezcladas con el audio original. Se trata, pues, de lo que se conoce por una “DVD Isolated Soundtrack”. Desgraciadamente para la edición española, a pesar de contar con un DVD más y así, ir más “ligeros” de peso audiovisual los soportes ópticos, NO se incluye ese extra, desconociéndose las causas de tan extraña circunstancia.
Normalmente la BBC había contado para esos menesteres con el gran George Fenton, quién inició una fructífera relación con el hermano de David, Sir Richard Attenborough, a principios de los 80 con el filme “Ghandi”. Fenton abordó obras de la importancia de “The Trials of Life”, “Blue Planet”, y la más reciente “Planet Earth”. A pesar del excelente resultado del compositor británico en su asociación con la BBC (muy a destacar por encima de todas “Blue Planet”), en esta entrega se contó con un nuevo equipo de compositores: Ben Salisbury y Dan Jones.
El primero ya había trabajado de forma exhaustiva para la BBC en más de 40 episodios de “Wild Life”, por lo que la creciente agenda de Fenton -imbuido en producciones cinematográficas-, añadida a la presencia del propio hermano de Ben en la producción de la serie (Mike Salisbury), hacían lógica la intervención de aquél, esta vez formando tándem con Dan Jones. La elección, vistos los notables resultados, no puede tacharse de inadecuada.
Pero veamos la génesis de esta banda sonora, que es como los cimientos de una casa: Si son buenos, consistentes y fuertes, llevarán implícita la calidad. Según cuenta el propio Ben Salisbury, para esta composición la BBC quiso dar un paso adelante, y tuvo que ingeniárselas para que el resultado final no fuera una auténtica “chapuza”. No se trataba de un guión, o unas pautas a seguir, ni de unos temp-tracks a respetar. Se trataba de una auténtica composición al milímetro. Y noten que la unidad de medida no es temporal, sino métrica, y es que para esta creación se instó a los músicos a componer a medida que se editaban los episodios, con clips de no más de 10 minutos. A priori, un grave problema para los artistas, que gracias al buen hacer de la BBC se solventó con creces.
Si bien normalmente el proceso de composición musical se da con el montaje final de la película, sin cambios sustantivos ni aparentes, para esta mega producción de “The Life of Mammals”, el vídeo, la narración de Sir David, el sonido medioambiental y la música no estaban disponibles para su montaje final hasta pasadas varias semanas. Así que la BBC planteó al joven tándem planear y organizar todo, de tal forma que el proceso de edición y montaje fuese paralelo a la creación de la música, y así sobre la marcha, hacer los arreglos pertinentes y creaciones oportunas.
Más concretamente el método consistía en componer unas líneas generales para la partitura cinco semanas antes del rodaje, que se completarían una vez recibidas las imágenes finales del montaje. Con esta mecánica, a través de las secuencias en directo, de cómo debía ser el devenir de la presentación de Sir David, ellos actuarían en los arreglos y detalles finales de la composición, hasta el punto de concertar con el propio Sir David ciertos detalles de la partitura relativos a la entonación de las frases y a los espacios intercalados para la música. Con esto se logra que en ningún momento la misma esté por detrás de las palabras, ni por encima, que no se estorben. Se crea, al fin y al cabo, una armonía entre ambas, como hojas balanceantes que dejan pasar el viento sin ruidos ni quejas.
Supongo que para una película de gran envergadura, con una orquestación para 130 músicos y más de 40 instrumentos, con tiempos reducidos para la composición (y mucho más reducidos para los arreglos), y con el más que probable distanciamiento entre dirección, grabación y montaje del filme en detrimento de la. composición músical, es irrealizable todo lo anterior. Pero el actual cine de Hollywood debería aceptar que la música no puede ser guiada, ha de ser inspirada; que no debería ser presionada por tiempo y dinero, sino que ha de ser libre en su creación; ni que tampoco al artista, al músico de cine, se le pueden establecer clichés derivados de los números que refleje la taquilla. Si la apuesta consiste en creer en un producto bueno y de calidad, el resultado final no decepcionará. En el fondo, esa es la apuesta de la BBC, presentada aquí con meridiana claridad.
Antes de entrar de lleno en la música propiamente dicha, conozcamos a este joven equipo de compositores. Ben Salisbury, criado en la ciudad de Bournemouth donde se licenció en 1996, destacó en su profundo gusto por el piano. Ha realizado varias composiciones para cortos y como ya hemos comentado, numerosos programas de la serie “Wild Life” de la BBC (incluida una nominación por este trabajo) (ver ficha del compositor).
Su compatriota Dan Jones, cursó estudios básicos de música en la University of Oxford, para más tarde especializarse en música contemporánea en el Banff Centre for the Arts y definitivamente centrar su carrera en la música electro-acústica en el Centro Ricerche Musicali de Roma. En su haber cuenta con películas como “Shadow of the Vampire” y “Max”, con la que ganó el Ivor Novello Award al mejor score 2004. Su colaboración con la BBC se reduce a la presente obra. Como anécdota, este original compositor cuenta en su currículum con la curiosa co-creación del grupo “Sky Orchestra”, donde siete músicos subidos a siete globos de aire tocan música desde el cielo (ver ficha del compositor).
En cuanto a los aspectos técnicos de la partitura, tampoco faltaron los recursos para la grabación del score. Las sesiones de grabación fueron conducidas por Chris Austin, en la Sony Whitfield Street & Phoenix Sound Studios, dirigiendo a la todopoderosa Royal Philharmonic Orchestra.
Y es que un primer punto reseñable de esta banda sonora, es el interés declarado de los compositores por hacer un score homogéneo, creando un mundo diferente para cada uno de los capítulos, sin caer en localizaciones muy tópicas o ritmos poco originales. Y lo mejor de todo es que lo consiguen en gran medida. Ante todo, la soundtrack guarda una exquisita homogeneidad estructural y rítmica. En este empeño de los compositores por querer dar autonomía musical a cada episodio dentro de un ente global, encontramos la utilización de exóticos instrumentos, como el Duduk y una especie de violín armenio llamado Kamencha. Para ello contaron con la ayuda de Dirk Campbell en la instrumentación de viento, y de Paul Clarvis en la de percusiones. Incluso en el proceso de conducción, por parte de Chris Austin, hubo un total acercamiento ente los compositores y el director de orquesta; de tal forma, que una semana antes de las grabaciones se reunían para entregarle a Chris los samplers que se iban a grabar y así poder prepararla con suficiente antelación.
Atendiendo al carácter de documental de la obra que nos ocupa, note el lector que estamos ante un género donde no hay altibajos en los sentimientos, ni épicas batallas ganadas ni terribles muertes que padecer, ni siquiera apasionados besos. Pero no por ello la música debe ser puramente ambiental, simple acompañante insustancial de las imágenes. Comprobando el resultado final de esta banda sonora en cuestión, podemos estar seguros que la música imprime una personalidad propia a los animales en las imágenes, en su hábitat de la naturaleza. Una música bien adaptada no sólo a las cuadros en movimiento, sino ajustada de forma perfecta a la narración de Sir David y al sonido de los salvajes protagonistas, gracias a la total simbiosis que se produce en los apartados de composición musical y montaje final.
Entrando en materia, los primeros cortes del score, “Series Titles For The Life Of Mammals “ y “The Life Of Mammals Opening Montage”, componen el leitmotiv central de la serie. El primer tema, donde predomina la fuerza orquestal, se caracteriza por un definido crescendo, conformando la melodía que suena durante los créditos. Respecto al segundo corte, nos encontramos con el leitmotiv más desarrollado, aunque pausado en cuanto explosión musical se refiere. Todo un ejemplo de colorismo, atendiendo a esa rica paleta orquestal compuesta por vientos, cuerdas y piano, soporte básico de la creación de la obra.
Pero en realidad, el cuerpo del score incide en piruetas y giros narrativos que van desde las más simples ambientaciones atonales, a las más vivaces explosiones polifónicas, desde el empleo de instrumentos de viento a elementos de raigambre percusiva, desde ritmos universales a melodías de corte localista. Un heterogéneo conglomerado de notas que describen la vida salvaje conjugando parámetros sencillos y semánticas más atrevidas.
Apelando a formas sencillas, incluso meramente ambientales, encontramos momentos narrativos como “The Start Of Life”, donde las progresiones rítmicas forman una metáfora del nacimiento de la propia vida; o “The Elephants Of Elgon Caves”, en el que el tándem apenas musicaliza el desempeño de funciones de unos elefantes en las salinas de una cueva, presentando la misteriosa raíz de su comportamiento. Pero la apuesta principal de Salisbury se centra en el uso de hermosos ejercicios melódicos, como “The Miracle Of Flight”; la preciosa “Blue Whale” donde queda patente la admiración de toda la naturaleza ante este prodigioso mamífero (un auténtico homenaje musical); y “Dam Building”, una sencilla melodía para cuerdas contrapunteada por el viento.
El punto álgido de la grabación tiene lugar en “Dolphins”, donde por primera vez escuchamos el leitmotiv central de la serie, magistral creación en la que Jones genera una cautivadora danza melódica que, unida a las imágenes, acaba por sumergirnos en un universo mágico e irreal, no exento de dramatismo. Un macabro y enigmático baile en el que los delfines agrupan un denso banco de sardinas prestos a su letal ataque.
En el polo opuesto, otro bloque de temas quedan asociados a una instrumentación de neto color percusivo, apelando al sigilo de mamíferos acechando a sus presas. El aislamiento es la nota distintiva en “Baboon Hunt”, como lo es la inclusión de ritmos indios en “The Art Of Hopping”. O igualmente, la introducción de pizicattos a las cuerdas en “Mr Fox”, y del piano en un descriptivo crescendo en “Salmon Hunt”. Muestras todas ellas de la sencillez y la astucia argumental empleada por Salisbury y Jones.
Pero es que este “The life of Mammals” destaca precisamente por la sutileza descriptiva de la composición, asentada sobre métodos destinados a realzar la escena, adoptando formas intrínsecas que se suman a la acción, coreografiándola, formando parte de su propia naturaleza. Así, “A Landmark In Evolution” propone movimientos minimalistas anclados sobre cuatro notas que modulan la propia génesis de una especie, trasladándonos a un universo mágico y etéreo. “Aerial Gymnastics”, nos adentra en un onírico vuelo entre las copas de los árboles, como la dinámica “Caravan”, sustentada sobre contrapuntos, nos sumerge en un bestiario procesional o “Chimps” en un inquietante y desasosegador micky-mousing. Técnicas todas que buscan ser el impulso catalizador de la escena, y no el resultado abstracto de una composición de la misma.
El momento más elaborado de “Mamíferos” surge durante la larga escena retratada en “Tracking The Kudu The Kill“, la caza del Kudú (una especie de alce africano), con métodos atávicos consistentes en la lucha cuerpo a cuerpo, el hombre corriendo tras el animal (a veces durante 8 horas) hasta agotarle, para poder abatirlo con lanza en mano. Ritmos ancestrales nos describen la magna lucha entre humano y animal, una dramática situación no exenta de tensión que esconde la profunda admiración del cazador, quién posteriormente deberá honrar la muerte de la bestia. Una música digna y triste que emociona por su componente litúrgico.
En definitiva, y cómo habrá podido comprobar el lector, lo interesante de este score nace de su propia génesis, de su proceder singular, de su instrumentación y de su particular textura ambiental, donde lo dramático se abraza a lo bello, su poder narrativo y su aire mágico, logrando que el discurso de la serie se aferre al subconsciente del espectador.
”The Life of Mammals” demuestra a todas luces, que a veces no resulta necesario acudir a grandes nombres para que el milagro de la emoción surja. De momento, Ben Salisbury acaba de componer “Whose Britain Is It Anyway?” para la Televisión, y Dan Jones acaba de publicar “In Tranzit”, película de la Segunda Guerra Mundial junto al director Tom Roberts.
Dos compositores, un mismo sueño: Atrapar al espectador con un onírico lenguaje suspendido en el aire.
Lista de Bloques (Cue Sheet)
01 - Series Titles For The Life Of Mammals
02 - The Life Of Mammals Opening Montage *
03 - The Start Of Life
04 - The Pika *
05 - Chimps
06 - Working The Earth
07 - Baboon Hunt *
08 - Blue Whale
09 - Dolphins
10 - Gliding *
11 - The Ancient Forest
12 - The Art Of Hopping
13 - Muskrats *
14 - The Elephants Of Elgon Caves *
15 - Gatherings
16 - The Love Of Fruit *
17 - Mr Fox *
18 - Caravan
19 - Forty Million Years Ago
20 - Tracking The Kudu - The Kill *
21 - Dam Building *
22 - Balloon Fight
23 - The Sifaka *
24 - Prickly Heat
25 - The Miracle Of Flight
26 - Salmon Hunt *
27 - Leopard
28 - Migration *
29 - Aerial Gymnastics *
30 - A Landmark In Evolution
31 - Hyenas Attack *
32 - Here We Stand
* Ben Salisbury ( El resto son a cargo de Dan Jones)
Los títulos incluidos en este track list son orientativos, realizados a partir del Isolated Soundtrack.
|