Pablo Nieto
Que todo un Lalo Schifrin sólo sea reclamado por Hollywood para poner música a las películas de Jackie Chan, es prueba de la triste decadencia que vive la industria. Sin embargo, que nadie piense que el genio argentino se siente infravalorado por trabajar en este tipo de proyectos. En el fondo, si uno analiza su trayectoria, su obra está llena de tipos de productos hermanados en espíritu con esta saga de “Hora Punta”.
A buen seguro, que cuando el director Brett Ratner pensó en el músico idóneo para componer este divertimento de acción, donde la estrella hongkonesa comparte diálogos con el partenaire afroamericano, a la postre, el cómico Chris Tucker, jamás creería que Schifrin aceptaría. Y es que Ratner, homenajea con este film algunas de las obras que le han marcado como cineasta: desde “Operación Dragón” a la saga de “Harry el Sucio”, pasando por “Bullit”. Curiosamente, Schifrin es el nexo de unión musical de estas películas. Su socarronería y talento, el mejor acierto de Ratner y sus productores.
Cosa muy distinta es cuando al director le llegan encargos de más empaque como “El Dragón Rojo” o “X-Men 3”… ahí el bueno de Schifrin debe buscarse el pan por otro lado. Por suerte, pan, al creador de la inolvidable melodía de “Mission Imposible” le sobra, aunque más de uno querría escuchar las demos compuestas para ambos films (en el primero hace incluso cameo, dirigiendo la orquesta en el prólogo de la tercera jornada gastronómica del Doctor Hannibal Lecter).
El score de Schifrin para “Rush Hour 3” es un revival espiritual del jazz nunca desfasado del compositor, entre otras cosas por su adaptación a los tiempos que corren a través de una estupenda compenetración entre la elegancia de la orquesta (dirigida por el propio compositor) y los sintetizadores (donde recibe una importante ayuda de su hijo Ryan Schifrin y de Ruy Fulgera). Por supuesto, el clásico tema de “Hora Punta” nos introduce a través de los punteos de guitarra, las cuerdas y la batería en su justo tempo, en el universo de una partitura sorprendentemente noble en “The World Court”, con una interesante pieza para trompa y cellos. Tan relajada que cuando pasamos a “Chasing/The Assassin”, el impacto es mucho más potente. Un corte, este último, ejemplarmente construido en cuanto a ritmo y orquestación.
Metales y percusión. Una mezcla en principio sencilla, pero que en “Hora Punta 3”, se convierte en un peligroso coctel molotov, lleno de intensidad y eficacia. Cortes como “Bikers”, “Dragon Lady”, “Swordfight” o “The Return of the Triads” así lo atestiguan. Un oasis de música de acción, en este desierto de falta de inventiva. Atención al divertimento de “Su Young/Two Americans in Paris”, un corte que pasa de la tensión del thriller con toque oriental, al acordeón parisino más evocador.
Tampoco hay que esperar que esta partitura forme parte de la antología más laureada del compositor, pero al menos si va a servir para despertar la mente dormida de algunos de los compositores que pululan con más pena que gloria por el panorama cinematográfica actual. Mientras tanto, algunos seguiremos disfrutando de nuestra hora punta diaria, al ritmo del gran Lalo Schifrin. Quien avisa no es traidor.
1-Octubre-2007
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