José-Vidal Rodriguez
En el marco de la II Edición del Festival de Música de Cine de Madrid SONCINEMAD", tenía lugar en la noche del 30 de junio uno de los eventos más esperados del año para el aficionado a las soundtracks, que además levantaría antes y después de su celebración, una inusitada expectación mundial. Y no era para menos, puesto que supuso el debut en la dirección concertista del gran Alan Silvestri, conduciendo a la Orquesta Filarmonía y el Coro de RTVE.
En un Teatro Monumental que se quedó pequeño, los cerca de 1600 asistentes pudieron despejar sus dudas no sólo ante una orquesta a priori con poco renombre internacional, sino igualmente por las aptitudes en la batuta de un Silvestri acostumbrado a la “comodidad” de la conducción en estudio, pero todo un novato en estas lides del directo. Los resultados no pudieron ser más favorables para el público, demostrando el músico una sobriedad absoluta en la llevanza de los casi 120 intérpretes de la Filarmonía y Coro RTVE, así como deleitando al respetable con sus arranques de simpatía yanqui, surgidos muy probablemente a raíz del fervor y calidez ofrecidos desde el primer minuto por los asistentes al acto.
El sello de RTVE acaba de editar la tan ansiada grabación original del concierto en un compacto que, bajo el título “Música de Cine 2” (continuación del disco paralelo editado en 2006 que contenía el no menos soberbio concierto de Trevor Jones), se incluyen todas las piezas interpretadas aquella inolvidable noche, a excepción de algunas tales como el estreno mundial de ”Beowulf” (imaginamos que por problemas con los derechos de un filme y un score aún por ver la luz), o las suites de ”Contact” y ”The Quick and The Dead”, cuya exclusión podemos llegar a tolerar, al ser piezas que dentro de su corrección, fueron precisamente las tocadas con menos brillantez por la orquesta. Leves errores de ejecución que no empañaron la sensación global de altísimo nivel interpretativo del concierto.
Sin respetar el orden en que fueron interpretadas, el álbum arranca con la última pieza de la noche (exceptuando el bis de “Beowulf”), que no es otra que la famosa suite de ”Forrest Gump”, cuya frase central es interpretada con desparpajo por la pianista (espléndida toda la noche, tanto al piano como a la celesta) y acompañada por limpias y conjuntadas cuerdas. Aunque quizás lo más destacable del corte sea la acertada introducción del coro a mitad del mismo, entonando con solemnidad la parte dedicada al tema original “. Un arreglo coral que llega a superar incluso el acabado del original.
El plato fuerte de la noche (vista la inmensa ovación que recibió por parte de un público puesto en pie), fue la ejecución de los 11 minutos correspondientes al score de ”Judge Dredd”, todo un auténtico reto interpretativo para los miembros de la Filarmonía. Lo cierto es que el fervor del respetable no fue gratuito, porque la habilidad de Silvestri para llevar a cada sección por los cauces de la sincronía, es sencillamente indiscutible. Intercalando incluso fragmentos inéditos del score comercializado, el autor nos presenta los principales motivos del trabajo, alternando pasajes de tono crepuscular y sombrío, con aquellos instantes de absoluto frenetismo sinfónico más disfrutables por el aficionado. La maravillosa actuación aquí de la Filarmonía, se ve finalmente refrendada en los últimos minutos de la pieza al ejecutar de manera excelente la enérgica y compleja marcha del “Block War”.
Si ya “Judge Dredd” supuso el paroxismo para gran parte de los asistentes, ”The Mummy Returns” volvió a poner a prueba las aptitudes de los miembros de la Filarmonia. Un tema de enorme dificultad -sobre todo para los metales-, que sin embargo suena con el suficiente brio, fuerza y dinamismo como para equipararlo perfectamente al resultado obtenido por la propia Sinfonia of London, orquesta que interpretara en su dia la partitura original. Especialmente destacado es el vibrante tour de force escuchado a partir del sexto minuto (extraído del corte “The Bus Ride” del álbum oficial), en donde la orquesta demuestra un nivel de cohesión y amplitud que sólo podría calificar como espectacular.
Para una obra tan conocida como ”Back To The Future”, precisamente la que abrió el concierto, Silvestri arregla ex profeso un extenso popurri para incluir diversos fragmentos de la trilogía, concediendo especial protagonismo a la sección percusiva (tan apabullante que, en ciertos instantes, llega desafortunadamente a solapar al resto de la orquesta). Arrancando con el magnífico tema central del Oeste y su correspondiente love theme escritos para la tercera parte, el corte encadena transiciones hasta que modo de coda final, aparece gloriosa ese reprise de lo que para muchos es la sintonía más recordada del californiano, el mítico “Back To the Future Theme”.
”Night at the Museum” quizás sea, al menos para el que esto escribe, la pieza más controvertida del repertorio. No tanto por su ejecución a cargo de la Filarmonía (absolutamente intachable y fidedigna), sino por su inclusión en sí en el concierto. Y es que la música de “Noche en el Museo”, al igual que la propia película, desde luego no parece contar entre las obras capitales de la filmografía silvestriana.
Algo de lo que sí puede presumir ”Cast Away”, un score tan breve como milimétricamente concebido por el tándem Silvestri-Zemeckis. El compositor ofrece un respiro a la orquesta con el bucólico y pausado tema principal, tremendamente eficaz y emotivo en su recreación de la soledad de aquel “Robinson Crusoe” del siglo XXI. Un tema que, como el lector recordará en el filme, constituye prácticamente la única idea musical (si exceptuamos el propio recurso del silencio), sobre la que Alan cimenta la partitura de este “Naúfrago”.
Otro instante en el que la orquesta encuentra un momento -relativo- de calma, es durante la ejecución de ”Father of the Bride”, aquella intrascendente comedia interpretada por Steve Martin, cuyo amable score parece sin embargo tener bastante significación para Silvestri como así confesó a la organización.
Pero siendo especialmente puristas, dos obras son las que se llevan la palma en cuanto a fidelidad absoluta respecto a sus versiones originales: ”The Polar Express” es tocada por la Filarmonía respetando totalmente cada ápice de colorismo que Silvestri plasmara al pentragama allá por 2005 para el filme de Robert Zemeckis, mientras que el Coro de RTVE acompaña de manera excepcional los diversao cantos que ofrecen ese cariz navideño al conjunto.
Y como cierre al compacto, nos hallamos sin duda con una de las mejores partituras de comedia escritas por el californiano. Para ”Mouse Hunt”, el músico elige los primitivos “End Titles” con los momentos estelares del trabajo, en donde no podía faltar la vivaracha melodía principal a cuerdas dedicada al esperpéntico acoso de los protagonistas a ese ratón tan duro de roer. Ni que decir tiene que la suite es interpretada con un grado de analogía abrumador, sobre todo teniendo en cuenta su carácter de pieza poco asequible para cualquier sección de cuerdas. Así las cosas, la Filarmonía demuestra de nuevo su intachable sobriedad, ejecutando los casi seis minutos de un corte que bien podría pasar por la propia toma original de estudio.
Por todo lo antedicho, no cabe la menor duda de que éste ”Música de Cine 2” se erige en un álbum de adquisición imprescindible (y económica, todo sea dicho), tanto para los afortunados que gozaron el recital de Silvestri en vivo, como para aquellos que no pudieron ser partícipes de aquella mágica noche de música de cine en estado puro.
Tan sólo resta felicitar de nuevo a una Orquesta Filarmonia y un Coro de RTVE que durante muchos instantes rozaron la perfección, y con los que Alan Silvestri quedó gratamente sorprendido por su altísimo nivel de respuesta en directo. Vaya también por delante mi felicitación personal al director titular de la orquesta, D. Pascual Osa, por lograr que una agrupación de nuestro país consiga este gran nivel de calidad interpretativa, máxime teniendo presente que afrontaban un repertorio tan atípico como altamente exigente para sus miembros. No se lo pierdan.
28-septiembre-2007
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