Pablo Nieto
“No Matarás… al Vecino”, curiosa traducción de “The Burbs” (La Urbanización). Satírica y burlesca mirada del americano medio. Sus paranoias, sus miedos y ambiciones (términos no incompatibles). Al frente del proyecto el incombustible y mítico Joe Dante. Por supuesto, su partenaire musical Jerry Goldsmith dando cuerpo a esta ácida mirada del verano de 1989, en una de las películas más carismáticas del director. Un clásico del mes de agosto. Ideal si se degusta con una galletita salada y una anchoa.
Tom Hanks, Carrie Fisher, Bruce Dern, son algunos de los protagonistas de este producto veraniego. Un retrato muy particular del típico vecindario americano. Y es que típico es un adverbio de múltiples y redundantes usos en este pintoresco cuadro. Tenemos el típico padre de familia con esposa abnegada y harta de que trate de salir de su aburrimiento a base de fantasiosas historias más propias de sus hijos. El vecino gorrón, el protestón. el ex-militar frustrado por la guerra del Vietnam, el niño que quiere emular al padre, el que también quiere emularlo pero desde la visión de un adolescente y por supuesto los raros. En esta ocasión los Klopek, una extraña familia que por las noches se dedica a hacer hoyos en el jardín de su terrorífica casa. Una sospechosa actitud que llama la atención de su vecindario y que desembocará en un desarrollo argumental lleno de pasajes desternillantes y otros plagados de un humor negro bastante bizarro.
“The Burbs” es también una de las mejores composiciones de Jerry Goldsmith. En la opinión de este humilde escribiente, los 80 fueron sus años más fructíferos y creativos, alejados del experimentalismo de los 60 y principios de los 70, y por supuesto de los clichés y la monotonía de los 90. El tono auto paródico del compositor, la acertada descripción de personajes y situaciones a través de pegadizos leitmotiv, la brillante construcción armónica y orquestal de la partitura, sin renunciar al recurso de los sintetizadores (meros complementos, en ningún caso sustitutos de la orquesta), así como la atrevida inserción de un diabólico órgano de Iglesia. Todos estos factores sitúan este trabajo en uno de los imprescindibles del género en cuestión, y por su supuesto de su autor. Un score sin embargo, de escasa tirada discográfica, rápidamente agotada, en forma de Varèse Club a principios de los 80. Por suerte la discográfica ha sabido paliar este vacío con una edición completa de toda la música (edición que ya circulaba a precios desorbitados pero con un sonido indigno).
Es la sugestión una de las principales bazas de un trabajo que merece ser la pena estudiado desde un punto de vista más genérico que cronológico. Un score que consigue fusionar la psicología de los personajes con el entorno donde la desarrollan, arropados en todo momento por esa extraña fusión orquesta & electrónica algo estrambótica y hasta cierto punto risueña, con la que Goldsmith consiguió llegar al corazón de público y aficionados.
1. Los Klopek
Los misteriosos Klopek, su siniestra casa, sus extrañas excavaciones nocturnas, son sin duda el eje principal sobre el que gira esta partitura. Goldsmith elabora un intenso y amenazador motivo sobre la base de las opresivas y acongojantes notas de un órgano de iglesia, arropado por toda la fuerza orquestal que es capaz de imprimir el californiano. Un motivo presentado en cortes como “The Window”, “Night Work” y “The Raven”, que alcanzará cotas de mayor desarrollo en “Good Neighboors” y “The Garage”. Sin embargo, estamos ante un tema omnipresente a lo largo del score, desmontado por Goldsmith en tres partes: órgano, ritmo y contrapunto orquestal. Tres elementos a los que entrelazará con otros pasajes musicales de la partitura, consiguiendo de este modo una mayor coherencia temática (uno de los grandes problemas que a priori podría tener una partitura tan estratificada como ésta).
2. Conspiración
Ray Peterson (Tom Hanks) es el cabecilla de esta cuadrilla de vecinos que convierten su aburrimiento en una paranoia terrorífica que ni ellos mismos pensaban que podría tener lugar. Su hijo, su abnegada esposa (Carrie Fisher), los vecinos gorrones (Corey Feldman y Rick Ducommon) y por supuesto el exmilitar Mark Rumsfield (Bruce Dern) conforman un grupo de lo más heterodoxo. Goldsmith decide representar su loca cruzada por desenmascarar a los impostores a través de un motivo propio de cualquier western, que actualiza a los 80 con el ritmo y los sonidos de sus sintetizadores. El motivo introducido en “Let´s Go”, lo encontraremos también en “The Wig” (alternándose con el tema de los Klopek), “Something is Moving” y “Pack Your Bags”.
3. Comando de Operaciones
Los pasajes más desternillantes de la cinta tienen que ver con el personaje de Bruce Dern, y sobre todo por su obsesión paranoica post-vietnam. Él será el principal cabecilla de la operación contra los Klopek. Goldsmith, recurre a su mítico tema de “Patton”, a la reverberación de la tercera trompeta, para dar cuerpo a uno de los motivos más recurrentes de la partitura. Ejemplos del mismo lo tenemos en los cortes “Bad Karma / The Window”, “Snooping Around”, “Hot Wires”, y “Red Rover”.
4. Persiguiendo a los Klopek
En la misma línea paródica del tema anterior, encontramos este nuevo motivo, construido a base de pizzicatos y efectos electrónicos como una diabólica risa. Cuando la vigilancia de los Klopek alcanza lo surrealista, cuando el sentido del ridículo se pierde, nos encontramos cortes tan divertidos como “My Neighborhood”, “Spare Key” o “The Note” y “The Note 2”.
5. Overtura y Cierre
Hay un antes y un después de los Klopek. Y nada mejor que los main titles para describir la calma y cotidianeidad del típico vecindario de suburbio americano en la no menos típica calurosa mañana de Agosto. Los ladridos de un perro (generados electrónicamente) sirven para establecer el ritmo de una cristalina melodía (“Home Delivery”) con la que se nos presenta a todos y cada uno de los personajes. Ya sin ladrido de perro, y como parte de los “End Titles”, vuelve a aparecer esta misma melodía, como indicativo del final de la pesadilla. Goldsmith se muestra mucho más efusivo e intenso con la orquesta, construyendo a su vez una estupenda suite de despedida incluyendo el tema de los Klopek, la conspiración y el tema militar.
6. Pesadilla
Mención aparte merece la divertida secuencia del sueño de Ray, capturado por los Klopek e introducido en una gran cacerola donde va a ser cocinado. Contundentes percusiones, cánticos profanos y una atmósfera musical onírica son las principales características de la música escrita por Goldsmith para describir este pasaje, y que podemos apreciar en “Devil Worship” y “The Dream”.
7. Conclusiones
Siempre considerada una creación menor del Maestro, y por supuesto una más de sus colaboraciones con Joe Dante, “No Matarás al Vecino” es mucho más de lo que aparenta. Un divertimento musical de primer orden, para el que Goldsmith ofrece lo mejor de su repertorio. Como buen americano y residente en urbanizaciones, “No Matarás al Vecino” es una forma diferente de expresión del sueño americano. Una mirada al niño que todos llevamos dentro. La necesidad de crear una aventura de la nada. Y es que ¿acaso nadie ha tenido nunca vecinos sospechosos como los Klopek?.
20-agosto-2007
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