Miguel Ángel Ordóñez
Lejos del esplendor de aquella comedia de sainete, anárquica y cruel, que Berlanga cultivó en los 50, o de la heterodoxa comedia de la transición que transitaron Trueba o Colomo al albor de los 80, una suerte de género casposo y trasgresor deudor de la comedia americana para teenagers y del rocambolesco frikismo imperante en los late nights de las televisiones de éste, nuestro suelo patrio, parece haber cautivado al actual público adolescente que frecuenta, menos de lo necesario, las salas de cine. No es cuestión de ponerse pedagógicos pero la irrupción de patéticos bufones al estilo “Torrente” o estos “Isi/Disi” parecen tener poco de revolucionarios y mucho de meros productos de mercadotecnia, pintores de brocha gorda de esa particular vertiente del humor español que roza lo zafio.
Y es que como cine “Isi/Disi 2: Alto voltaje” (al igual que su antecesora o la trilogía de “Torrente”) no es más que una soporífera sucesión de gags malgastados, un tropel de actuaciones sin sentido (el Gran Wyoming está de traca, eso sí, Kira Miró monísima) que parecen confundir divertimento con idiotez. Cine infumable y descerebrado.
Si alguien ha parecido tomarse en serio estas comedias de medio pelo ha sido sin duda Roque Baños, especialmente con esta franquicia de “Isi/Disi”, donde el compositor no se limita a una mera ambientación de situaciones más o menos grandilocuentes (mecanismos sobre los que emparenta claramente con el “Torrente” seguriano), o a un mero ejercicio de música descriptiva centrada en la comedia de “catastróficas desdichas”, sino que bebe de otros géneros como la aventura y el cine romántico.
En su primera incursión a las órdenes de Lamata, Baños ya establecía claramente unas constantes de estilo sobre las que vuelve a girar esta secuela. Elementos de comedia, un tema semiparódico a lo Elfman dedicado a Leganés (ciudad dormitorio del extrarradio madrileño), una dinámica música de acción reservada para el climax del filme y el tema de amor para la relación del macarra Isi y de una pija universitaria, eran los componentes sobre los que Baños construyó su anterior trabajo.
En esta ocasión, Baños toma prestado el tema “Mancha Triunfal” del precedente, para convertirlo en la melodía principal de la secuela. Con ello dota al conjunto fílmico de un tono más épico, potenciando de paso la carga dramática de la cinta. Sin duda, los dos rockeros parecen llamados a salvar al mundo del villano de turno. Musicalmente, la acción parece ganar peso a lo largo del score, alejándose por momentos de cualquier referencia cómica.
El elemento paródico descansa esta vez en un homenaje a la música de espías de los 70 (con “Misión Imposible” como telón de fondo), acudiendo Baños a una orquestación moderna centrada en guitarras, batería y apoyo electrónico (“El malévolo plan de Verdum”). Asimismo, la escena de apertura es un logrado “Dies Irae” cuasi diegético donde el murciano fusiona coros religiosos con el tema de créditos.
Sin duda, el gran acierto musical de esta secuela reside en el tema de amor aplicado a Disi y Angie. Mucho más romántico que el dedicado a Isi en la primera entrega, Baños toma prestadas cuatro notas del “Braveheart” horneriano para componer una melodía arrebatadoramente inspirada, logrando hacer pasar una historia afectiva mugrosa y desarrapada por una apasionada historia de amor platónico.
Todos estos elementos denotan la seriedad y rigor con los que Baños trata a sus personajes, alejándolos de la referencia cómica con el fin de dotarlos de una mayor credibilidad. Así, la escucha aislada de este “Isi/Disi 2” es un entretenidísimo compendio musical que habita entre géneros, demostrando el murciano una vez más que en su acercamiento al blockbuster a la española no encuentra rival.
Por último recordar que este compacto sólo se encuentra disponible a través de la web del propio compositor www.roquebaños.com
20-junio-2007
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