Jorge L. Viera
No es fácil definir un film como "The Illustrated Man", ya que la película en sí misma es más un complejo de preguntas que un relato lineal. Veamos… Carl (el excelente Rod Steiger), un "hombre ilustrado" con su cuerpo lleno de tatuajes, es vehículo para encadenar tres cuentos del gran novelista de ciencia ficción Ray Bradbury; con una particularidad: cada tatuaje es una entidad viviente (si, leyeron bien, viviente) que cuenta una historia. ¿Un comienzo complicado, verdad?.
Como era de esperar, ante semejante planteamiento la banda sonora tampoco se deja analizar de forma sencilla. Luego de varias visiones del film y varias atentas escuchas del CD podemos concluir lo siguiente: en la película, musicalmente todo gira como una estructura dual, con una figura central que es el motivo que aparece en primer término interpretado en los títulos principales por una suave y profunda voz femenina acompañada de un gran trabajo de las cuerdas, el oboe y la flauta dulce. Esta melodía navega a través de todo el score y es utilizada brillantemente por Goldsmith para unir los distintos episodios pero nunca suena tan maravillosa como en el “Main Title”, evidentemente, una de tantas grandes creaciones del compositor.
Es importante detenerse en este punto, porque el tema, sumamente melancólico, tiene como claro objetivo presagiar al espectador/oyente dos tragedias, una pasada y una futura (que no revelaremos para quienes aún no hayan disfrutado de la novela o la película). El motivo puede ser, además, presentado por Goldsmith en forma alegre y rítmica para ir cambiando paulatinamente hasta mostrar una forma tortuosa, induciendo de improviso al oyente hacia el terror psicológico, uno de los ejes en la narrativa del film.
Lo dicho, el score de “The Illustrated Man” funciona desde dos vértices: tanto ambientando las acciones, como trayéndonos el comentario propio del compositor, que en el film aparece durante el desarrollo de cada capítulo, para, en los intermedios del relato, mostrarse básicamente como un lamento por Carl, el protagonista, quien ha arruinado su vida al verse convertido en un fenómeno de circo.
La figura central del score es tanto el protagonismo de la voz femenina como de una orquesta evidentemente triste, presentados rotundamente en el "Main Title". Tal y como sucede en la acción del film, Goldsmith vuelve a esas texturas entre las sucesivas historias interpoladas en la película. Particularmente eficaces son el contrabajo que gruñe en el tema "The Lion" y la flauta que hace su aparición en "The Rocket" (claro antecedente de la soundtrack de "Star Trek: The Motion Picture").
No obstante, reconozcamos que hay ciertos evidentes paralelos con el estilo utilizado por el autor en “Freud”, “Satan´s Bug” y fundamentalmente en “El Planeta de los Simios”, aunque en este caso los efectos sonoros son generalmente electrónicos más que acústicos. Con estos medios, Goldsmith da a cada uno de los tres episodios en la película un sonido distintivo, agregando por ejemplo, un sitar a la orquesta, instrumento inusual para las formaciones de su época –más allá de The Beatles- pero eficaz para añadir misterio.
De los dieciocho cuentos originales del libro de Bradbury sólo tres se narran en el film, aparte del de "El Hombre Ilustrado" -que sobrevuela toda la trama–. Conviene, entonces, analizar el trabajo del compositor, puntualmente:
en The Veldt, Jerry nos introduce a la historia a través del tema dedicado al tatuaje del león, primero que la bruja de la historia, Felicia (interpretada por Claire Bloom) dibuja en el cuerpo de Carl y que es preludio de una historia de obsesión y muerte. Ya en el capítulo, Goldsmith aporta al mismo una atmósfera de extrañeza, con la utilización de la música electrónica. Este acierto es notable ya que tiene la virtud de comentar no sólo el tipo de futuro posible que se muestra, sino a la vez la actitud de los padres en la historia, que sienten y saben que algo anda mal con sus hijos. En el devenir de la trama la melodía va desmoronándose, con la intención de incomodarnos hasta que llega el trágico final, donde regresa la orquesta con un estallido que primero es electrónico y luego orquestal en el mismo momento que el consejero familiar comprende lo ocurrido. Como dato anecdótico, el tema "21st Century House" muestra un uso de los sintetizadores que anticipan lo que el compositor incorporaría otra vez 15 años más tarde en el film "Gremlins".
Para el segundo capítulo, The Long Rains, el autor repite un mismo esquema, musicalmente también llegamos al capítulo a través de un disparador, en este caso, el tatuaje con forma de cohete, a quien el compositor de "The Blue Max" dedica una versión orquestal del motivo mezclada con efectos sonoros, para mostrar como un simple comentario de Carl puede ser transformado por Felicia en algo siniestro, un nuevo tatuaje que convierte a Carl aún más en un fenómeno. Razonablemente, el compositor se abstiene de intervenir en el desarrollo, ya que piensa que es mejor darle protagonismo al monótono sonido de la lluvia. Solamente incluirá en este capítulo dos temas, uno al principio y otro al final. El primero, "The Rain", muestra el motivo central totalmente descompuesto enfatizando los sonidos agudos de las cuerdas, para mostrar la angustia de los astronautas atrapados en un planeta hostil. El segundo, "The Sun Dome", finalmente, indica tanto desconcierto como amenaza con una música efectista que marca el encuentro del coronel (otra vez Rod Steiger) con la bruja del relato anterior, que, como sabemos, puede viajar en el tiempo.
The Last Night of the World vuelve a repetir el recurso; también llegamos al capítulo a través de un disparador, en este caso, el tatuaje con forma de labios, introducción que no es del todo necesaria, debido a que –en este momento del metraje- el espectador entró ya en la mecánica del film. El maestro Goldsmith presenta así el fragmento más largo musicalmente hablando, un tema de seis minutos que tituló "Almost a Wife" debido a que el orden social que conocimos terminó en ése futuro que nos es presentado. Incluye, sin embargo, un hermoso tema de amor interpretado por flauta y cuerdas, que luego se vuelve melancólico presagiando el final del capítulo. El tema "The Morning After" (finalizando el capítulo) mezcla el conocido motivo melancólico con otro de un suspenso creciente hasta que Felicia, descubre que sus hijos fueron asesinados por su propio padre.
Ya en el final, Goldsmith utiliza musicalmente lo opuesto a lo hecho antes. En The House is Gone aparece desde el motivo del tercer capítulo al lugar en que se encuentran Willie (Robert Drivas), el joven narrador de la historia, y el "hombre ilustrado". Aquí el compositor se preocupa de deconstruir el motivo principal conforme el narrador se violenta hasta que consigue visualizar su propio futuro. Luego –y simplemente- pone música a ésa violencia.
En el tema final, "Frightened Willie", muestra principalmente confusión –que como espectadores compartimos- más un crescendo de terror, y allí sí utiliza a pleno la orquesta, mezclándola sabiamente con lo electrónico y los efectos sonoros. Luego se pone todavía más atonal mostrando el estado anímico de Willie para después inteligentemente recrear el sonido de un reloj que cuenta lo inevitable del paso del tiempo y del destino.
La voz femenina aparece sólo por unos segundos cerrando musicalmente el relato y el film, dándole una circularidad a lo ocurrido; la idea de un todo.
Como sabemos, pero es conveniente recordar otra vez, esta extraordinaria obra del desaparecido compositor norteamericano fue previamente difundida en una muy pobre versión monoaural alemana. A cambio, esta edición de Film Score Monthly llega a nosotros con la versión completa en stereo y en secuencia correcta, incluyendo todos los temas electrónicos y fundamentalmente, el tema vocal femenino al comienzo y al final del film que faltaba en la anterior versión.
También es bueno volver a mencionar que el año del estreno del film, 1969, Goldsmith y Bradbury se reunirían nuevamente en la obra "Christus Apollo Cantata", que podemos encontrar en dos versiones, la primera en CDs Tsunami narrada por Charlton Heston y una regrabación, en este caso acompañada por la narración de Sir Anthony Hopkins (Telarc 80560) álbum que incluye también “Música para Orquesta” y “Fireworks”.
“Toda persona que intente ver más allá de su tiempo encontrará preguntas para las que no hay respuestas absolutas”. Dice Claire Bloom, narradora en el comienzo y final de "The Illustrated Man". Nuestro presente, futuro de aquél 1969 en que se rodó la película, nos permite disfrutar finalmente de la merecida edición de un trabajo esperado desde siempre por los amantes de las bandas sonoras. En buena hora.
|