Pablo Nieto
Un temerario piloto de pruebas del Ejercito del Aire Norteamericano (Mel Gibson), totalmente desolado tras un grave accidente de su novia que la ha dejado en coma, decide aceptar la proposición de un viejo amigo que trabaja para el ejercito para servir de cobaya en un experimento, con el que se pretende congelarle con vida para posteriormente revivirle. Sin embargo, algo sale mal y tanto el proyecto como la urna con el bueno de Gibson, son literalmente borrados del mapa. Casi 50 años después, un par de niños, entre los que nos encontramos a Elijah Wood, se topan por casualidad con la urna en un viejo almacén militar, y accidentalmente terminan abriéndolo... La amistad entre el piloto y el niño no tarda en surgir, así como con la madre divorciada de éste (Jamie Lee Curtis). Sin embargo, junto a esta relación nos encontramos con la lucha de un hombre que en un par de semanas envejece los 50 años que su reloj biológico le pide, y que al mismo tiempo ansía re-encontrarse con su pasado, representado en la figura de su antigua amante.
Una entretenida película dirigida por Steve Miner, con guión de Jeffrey Abrams (que también escribió en aquella época el de “A Propósito de Henry”), de cuyo apartado musical se encargó Jerry Goldsmith (con quien ya colaboró el director años atrás en “Warlock, el brujo”).
La partitura de Jerry se apoya en dos pilares básicos: por un lado nos regala un tema de amor con el que se encarga de describir la relación entre Mel y su antiguo amor; y por otro, se "marca" un trepidante tema de acción con el que resume el espíritu aventurero y temerario del personaje de Gibson. Ambos temas serán objeto de diferentes y continuos desarrollos a lo largo de la partitura...
Para el tema de amor ("Love Theme from Forever Young"), Goldsmith recurre como instrumento esencial al saxo soprano, arropando los sensuales y evocadores sonidos del mismo, con unos brillantes acordes a piano y la ya habitual, emocionante y eficaz, utilización de la sección de cuerdas.
En "Test Flight", se recurre a una orquestación poderosa. Conjugando la fuerza de la orquesta y el sentido del ritmo que tan bien sabe crear Goldsmith cuando recurre a los sintetizadores. Un corte que servirá de obertura a la película, describiendo el desesperado e intenso intento de aterrizaje de un avión en pruebas por parte de Mel Gibson.
En "The Experiment", Goldsmith se limita a describir todos los preparativos que preceden a la congelación del personaje de Mel Gibson, creando para ello una atmósfera musical muy adecuada, que en algunos momentos recuerda a algunos fragmentos de "La Casa Rusia". Este corte tiene un clímax final, en el que se nos vuelve a presentar el tema de amor, aunque esta vez recurriendo sólo a las cuerdas.
En "Kitchen Aid" nos encontramos con un delicado tema a piano, con el que se presenta la fugaz relación entre la enfermera Jamie Lee Curtis y Mel Gibson. En esta secuencia, ella se encarga de curar las heridas sufridas por el apuesto "amigo" de su hijo en una pelea con su violento ex-marido.
Una versión realmente inspirada del tema de amor la podemos encontrar en "The Dinner", con las maderas como principales protagonistas.
El corte "She´s Alive" corresponde a la secuencia en la que "la verdad es revelada". Uno de los momentos álgidos del film, puesto que Gibson descubre que su amada aún sigue viva, que no murió como él había pensado. Es este, un corte donde Jerry se muestra eufórico, logrando así una perfecta comunión con el sentimiento del protagonista.
La despedida entre un cada vez más envejecido Mel Gibson, y Jaime Lee Curtis nos es mostrada en "Let´s Go". Un triste y sencillo pasaje, que sirve de transición antes de afrontar el vuelo final, para el cual se reserva el corte "Reunited". La música de Goldsmith es especialmente brillante en esta secuencia, donde al igual que al comienzo, un avión es el principal protagonista, aunque con la diferencia de que esta vez su piloto no es Mel Gibson, tremendamente debilitado por su prematura vejez, sino su "padawan" Elijah Wood.
Los sentimientos se desbordan cuando el avión aterriza en el acantilado, justo al lado de la casa que hay junto al faro. Como es lógico, la música, tras unos primeros momentos de tanteo, termina rompiendo con el maravilloso tema de amor en el momento en que se produce el reencuentro de los dos amantes. La bellísima fotografía de Russell Boyd en unión a la desgarradora música de Goldsmith, elevan la emoción de esta secuencia a límites insospechados.
El disco termina con la canción de Billie Holiday "The Very Thought of You". Tema de amor clásico donde los haya, cuyo indudable valor romántico ayuda a evocar una época como fue la de finales de los años 30, en la que aún había tiempo para el amor. Después vendría la Segunda Guerra Mundial…
|