Pablo Nieto
Vendido como un thriller sobre un niño desparecido, una madre desesperada y el buen samaritano que le ayuda en su búsqueda, “Freedomland” es un producto mucho más complejo, que se aleja del típico capítulo de C.S.I con el que parecen intentar envolver los hábiles publicistas el film. Una película sobre conflictos raciales, sobre el grado de manipulación al que deben llegar los políticos. Una nueva oportunidad de disfrutar de la siempre estimulante Julianne Moore, en el papel de la madre que lucha desesperadamente por recuperar a su hijo supuestamente secuestrado por un hombre de color, y el imprescindible Samuel L. Jackson, como el detective que se unirá a su cruzada.
Dirigida por Joe Roth, productor de éxito y director ocasional de comedias como
“Una Navidad de Locos”, “La Revancha de los Novatos 2” o “La Pareja del Año”, film musicado por James Newton Howard, que incombustible en los últimos tiempos, repite colaboración Roth.
“Freedomland” supone un giro de 180 grados en la obra del director, que toma como base el libro de Richard Price (responsable de films y guiones de películas como “El Color del Dinero”, “Melodía de Seducción”, “Clockers” o “Rescate”). Para quien no supone una novedad este tipo de temáticas es para James Newton Howard. Al californiano le encantan este tipo de películas donde puede dar rienda suelta a sus sonoridades urbanas, a su introspección electrónica, a la búsqueda del contraste entre el intimismo y la pureza de unas cuerdas y un piano con el lado “salvaje” representado por las guitarras eléctricas, batería y sintetizadores.
La partitura de “Freedomland”, sigue la estela de otros trabajos del compositor como “Grand Canyon”, “El Efecto Dominó” o “El Protegido”, aunque en realidad deberíamos incluirlo en el grupo de scores mucho menos redondos como los anteriormente mencionados; club al que pertenecen recientes trabajos como “La Intérprete” o “Collateral”.
Ya en los “Main Titles” se sientan las bases de lo que será la tónica general de la partitura. Un piano dará paso a una intensa y rítmica obertura con batería, guitarras y sintetizador dando un aire hard rockero a la música. El piano volverá a aparecer al final del corte, elevándose sobre la opresiva base de sonidos y atmósferas disonantes creada por Mel Wesson, sin embargo en esta ocasión presentando uno de los temas principales del film. Una delicada melodía asociada a la relación madre e hijo, utilizada con inteligencia por Newton Howard en toda aquella escena donde es necesario evocar un pasado que los protagonistas añoran, y también para provocar el contraste emocional con un presente injusto y cruel.
Un motivo que se repetirá en “Riot”, como epílogo a una interesante pieza de aire religioso presentada por medios de coros electrónicos; y al comienzo de “I ll Come See You”, donde también encontraremos otra de las melodías omnipresentes en el film. De nuevo el piano dejándose ver en su interpretación aunque no tanto la melodía. Hablamos de un motivo mucho más “frío”, más bien un bucle de dos notas de evolución casi imperceptible, asociado a la investigación del caso y que encontraremos también en cortes como “Brendas Apartment” o “Did They Arrest Anyone”.
Merece la pena detenerse en “Freedomland”, fabuloso pasaje cuasi-místico, emocionalmente progresivo y brillantemente orquestado, construido en torno a percusiones, órgano, guitarras, las disonancias de Wesson, y por supuesto el piano y las cuerdas (utilizadas en el momento justo del crescendo del tema). Tras un paréntesis, donde el compositor introduce con mucho tacto de nuevo el tema asociado a la relación madre e hijo (piano y cuerdas), volverá a elevar la emoción de la música introduciendo otra vez el tema de "Freedomland". Seis minutos de gran inspiración. Un corte que, sin duda, resume el enorme talento de James Newton Howard, siempre dispuesto a sorprender y por supuesto, a mantener su prestigio aún en proyectos donde el lucimiento personal es complicado. Este tema de “Freedomland” se volverá a utilizar en “Little Angel”, en esta ocasión con mucha mayor contención orquestal, y con mayor uso del piano.
La partitura también presenta otros momentos de interés, como las cuerdas que dan cuerpo a la elegía de “Inside Freedomland”; o la dureza y asfixia sonora de “The Lie”, “Unrest”, “Rafik is Arrested”, “Burning” y “You are inside the Wrong Park” (donde se recupera el tema a piano que abría con los "Main Titles").
Compuesto y grabado semanas antes de que el compositor se enfrentara al gran reto de su carrera, “King Kong”, la partitura de James Newton Howard para “Freedomland” podrá ser o no comprendida, más o menos disfrutada, y por supuesto criticada, pero si quitamos el envoltorio que desluce su verdadera naturaleza y nos olvidamos de los habituales maniqueísmos retrógrados contra la música electrónica, podemos hallar un trabajo que no sólo ambienta sino que se convierte en la guía consciente (e inconsciente) de la película y de aquel que decide invertir su dinero en verla.
|