José-Vidal Rodriguez
De la mano de Varèse Sarabande nos llega un cuidado recopilatorio, editado como conmemoración al aniversario del primer vuelo del hombre de la historia, para lo cuál el sello no escatima medios y acude a la solvencia incuestionable de la Orquesta Sinfónica de Londres, sustituyendo esta vez a la agrupación escocesa que últimamente cosechaba irregulares resultados en compilaciones similares.
Este ”The High and The Mighty: A Century of Flight” pretende reunir en poco más de una hora de duración, algunas de las partituras más notorias con el motivo de la aviación como hilo conductor. Pero basta echar un vistazo al tracklist del CD, para apreciar el curioso criterio del equipo capitaneado por Robert Towson a la hora de incluir los scores de ciertos filmes, que más bien parecen “metidos a calzador” como reclamo comercial, antes que como auténticas producciones relacionadas con el tema protagonista de la navegación aérea.
Al respecto, ¿resulta de recibo que se incluyan el “Flying” de ”E.T.” o el “Flying Over Africa” de ”Memorias de África” como homenaje al centenario del primer vuelo del hombre? Chocante, desde luego, a no ser que la palabra “Flying” de cada corte sea pretexto bastante para justificar su inclusión. Igualmente, se echa de menos que Varèse no haya aprovechado la ocasión y los medios para obsequiarnos con alguna partitura realmente inédita a oidos del aficionado; de hecho, todas los cortes incluidos, a excepción del último, han sido de una u otra forma publicados con anterioridad a esta grabación. Aunque, por ejemplo, en el caso de la suite de ”Airplane!” (“Aterriza Como Puedas”) resulte muy agradecida esta nueva interpretación, toda vez que la única existente hasta la fecha era la editada en otro recopilatorio de Silva Screen, bastante deslucida por la ejecución chirriante de la Filarmónica de Praga.
No obstante, dejando a un lado el extraño criterio seguido en la selección del material, el disco tiene como principal aliciente el de escuchar las maravillosas rendiciones de una London Symphony que no sólo logra captar con sumo acierto los matices de cada partitura, sino que incluso consigue superar de manera muy evidente algunas de las interpretaciones originales. Es el caso de la suite de ”The Tuskegee Men”, un trabajo para la televisión del incombustible Lee Hodridge que en su grabación primitiva sufría de un sonido plano y distante debido en gran parte al reducido tamaño de la orquesta con la que contó el músico. Aquí sin embargo, la arrolladora rotundidad de la LSO logra engrandecer un leitmotiv épico y a la par evocador que cuenta entre lo mejor de la carrera del americano.
Muy acertada resulta también la regrabación del tema central de ”The Boy Who Could Fly” (“Más Allá de la Realidad”), magnífico arranque melódico muy popular entre los aficionados de un Bruce Broughton que, ya por aquél entonces, empezaba a aceptar encargos muy por debajo de sus aptitudes reales. En similar línea de calidad se sitúa la pegadiza marcha de ”The Last Starfighter”, el trabajo más conocido del poco prolífico Craig Safan, la cuál es interpretada de manera absolutamente calcada al original, en otra muestra más de las excepcionales habilidades de los intérpretes londinenses.
En lo que a partituras más clásicas se refiere, Varèse utiliza el oscarizado score de Dimitri Tiomkin para “Altos y Poderosos”, que además da título al álbum, así como dos piezas extraídas de la soundtrack de “Spitfire” (también conocida como “The First of Few”), cinta inglesa rodada en 1942 que deparó en su día una curiosa anécdota: gracias a ella, el compositor William Walton evitó ser llamado a filas al ser “reclutado” como músico referencia de este tipo de producciones propagandísticas. Dos temas de profundo corte tradicional, en los que apreciaremos vestigios evidentes de su posterior partitura rechazada para “La Batalla de Inglaterra”, la cuál fue suplida con el material de un Ron Goodwin también presente en este compacto, a través de su archiconocida obertura para ”Escuadrón 633”.
Y como todo escribano tiene su borrón, algunos se echarán las manos a la cabeza al comprobar el tremendo error de tempo perpetrado en los primeros 30 segundos del “End Credits” de ”Star Trek: The Motion Picture”. La conocida fanfarria de la serie de TV con la que Goldsmith abría el tema, es ejecutada a una velocidad tan nerviosa y excesiva que nos hacen incluso dudar acerca de si suena así de forma intencionada. Una pifia únicamente achacable al conductor Richard Kaufman, puesto que dicho tema ya fue grabado por idéntica orquesta en ocasiones anteriores y con resultados, sin duda, muchísimo más certeros (como por ejemplo, en aquel “Music from the Galaxies” con el italiano Ettore Strata a la batuta).
Como cierre al álbum, un desconocido Brian Shyer es el autor de la sintonía compuesta ex profeso para el mismo. Con aires de los devaneos melódicos de los 60, este ”A Century of Flight” resulta un tema francamente sugerente aún siendo ajeno al medio cinematográfico, cuyo principal acierto radica en su florida y agradecida orquestación, con un juguetón piano como instrumento omnipresente.
En resumidas cuentas, aun echando en falta notables scores mucho más relacionados con el motivo de la aviación (caso del “Aeropuerto” de Alfred Newman, el “Elegidos para la Gloria” de Conti o incluso el “Pearl Harbor” zimmeriano), la brillantísima interpretación de la Sinfónica de Londres resulta razón más que suficiente para recomendar la adquisición del presente compacto, destinado sobre todo para aquellos que se inicien en el mundillo y deseen escuchar melodías imborrables sin tener que recurrir a la compra de los discos originales.
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