Miguel Ángel Ordóñez
Cinéfonia presenta su cuarto volumen de la serie Gabriel Yared: Film music. Tras las fallidas “Sauve qui peut la vie” y “Malevil” (presentadas en el primer volumen), Yared recibió el encargo del actor Jacques Dutronc (con el que había colaborado en ambos filmes) para interpretar, bajo arreglos orquestales, temas de aquéllas en el programa televisivo que este conducía, “Le grand echiquier”. Seguidor del programa, el director Jean-Jacques Beneix se puso en contacto con Yared para proponerle el proyecto en el que andaba inmerso, “The Moon in the Gutter” (traducción inglesa de “La lune dans le caniveau”).
Yared compuso demos con ocho meses de antelación al inicio del rodaje en los estudios italianos de Cinecittá, muestras que fueron utilizadas como source music para el filme. Beneix y su director de fotografía, el afamado Philippe Rouselot (magnífico su trabajo en “La selva esmeralda” de Boorman) asistieron al compositor desde el primer momento buscando una fusión perfecta en el empleo de orquesta y sintetizadores, como camino para abordar esta trágica historia de venganzas y comportamientos hedonistas.
Editado por Milan en 1987, la edición de Cinéfonia presenta cinco cortes más no incluidos en la precedente. El score gira alrededor de un poderoso leitmotiv, asociado al personaje de Loretta, con un romanticismo arrebatador. Una de esas piezas emocionantes y sensibles en las que Yared suele moverse como pez en el agua. Presentada en “Loretta” para piano, chelo y violín sobre fondo orquestal, Yared acude a ella en diversas variaciones, empleándola como vals en “Valse de Loretta”, bajo arreglos tecno-futuristas en “Fatalite”, acentuando la sensualidad de la protagonista en “La dame de Shanghai” o en versión para piano con “Valse de Loretta/Piano solo”.
Junto al mismo, Yared construye un motivo onírico de cinco notas asociado a Catherine en “Chambre de Catherine” que desarrolla en modo de fuga para “Fugue de la cathedrale”. Sobre estos dos motivos centrales el compositor libanés crea una extravagante pieza de aires caribeños en el corte “Danse de Bella”, que intensifica a ritmo de tango con imaginativos arreglos en la electrónica y delicado empleo de violín en “Tango de l´impasse”.
No pasan desapercibidos los momentos entregados a la experimentación, base principal de la primera etapa compositiva de Yared. Simulando martilleos, asociando la pieza al trabajo realizado por unos obreros de la construcción, emplea el sintetizador a la manera minimalista en “Folie ouvriere”, tema que retoma para orquesta logrando una pieza nerviosa, tensa y sumamente rítmica, hasta confundirla con las primeras notas del tema de Loretta, en “La folie des docks”.
“La lune dans le caniveau” es un score que sabe moverse a la perfección entre sus propuestas vanguardistas y clásicas con una elegancia sorprendente, muestra de un talento que Yared ha ido asentando con los años. A esta interesantísima primera colaboración con Jean-Jacques Beneix le siguió el score que le lanzó a la fama, “Betty Blue”, sobrevalorada partitura tan plana como fría, muy alejada de la emoción impregnada en las notas tan cadenciosas y bellas que acompañan a Natassja Kinski en este su particular descenso a las alcantarillas de la felicidad.
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