Pablo Nieto
Jennifer López es una mujer realmente desconcertante. Sus comienzos como actriz fueron realmente prometedores, ya como objeto del deseo de la pareja Wesley Snipes y Woody Harrelson en "Asalto al tren del dinero", como profesora de Robin Williams en "Jack", o como protagonista de la interesante "Selena".
Y digo que es desconcertante, pues según ha ido perdiendo "puntos" como actriz, los ha ido ganando como chica de portada de cualquier revista, gracias a un cuerpazo capaz de quitar el hipo y en especial como cantante solista de moda. "Angel Eyes" es una de esas películas de su última y olvidable etapa. Un film dirigido por el especialista en dramones románticos Luis Mandoki ("Cuando un hombre ama a una mujer"), que tiene como co-protagonista al sobresaliente James Caviezel.
López interpreta el papel de Sharon Pogue, una policía de Chicago que se ve envuelta en la persecución de un delincuente que pone en peligro su vida. Caviezel, es Catch, un extraño y solitario hombre que acude en su ayuda. Entre ambos surgirá una atracción inmediata, que dará pie a una relación amorosa, en la que Sharon confía como único medio para acabar con los demonios de un pasado que la atormenta y que la hacen fracasar en todas sus relaciones anteriores con otros hombres. Sin embargo, según avance la misma se irán descubriendo secretos del pasado que revelan que su amor no es casual. Que ambos ya se conocían (un accidente es la clave), y que la aparición de Catch en su vida sólo se puede explicar mirando al cielo. Allí está la respuesta.
El score de Beltrami es sin lugar a dudas el aspecto más interesante y destacable de esta película. Un trabajo en el que combina su habitual habilidad para crear atmósferas etéreas y de suspense, con su poco valorada capacidad para componer hermosas melodías. Algo indispensable en esta película donde hay una historia de amor como eje central.
En Angel Eyes sobresale el uso del cristal, que apoyado en una contenida utilización del glokenspiel, marimba, cuerdas, arpa, y por supuesto el piano y la flauta, se encarga de dar cuerpo a la música. Un recurso que ya le dio excelentes resultados en "The Minus Man".
Sobresale especialmente un inspirado tema central, que escuchamos por primera vez en los brillantes "Main Titles". Un tema, que aquí es presentado por medio de la voz de una soprano, al que se unirán coros según avance la música. Un tema que en "Blood From a Stone", tras un comienzo pausado y contenido, donde sólo habla el cristal, gana en sentimiento con el uso final de las cuerdas.
En "Mush Mush" nos encontramos otra preciosa versión a cuerdas del mismo, con un estupendo crescendo orquestal hacia la mitad del corte, antes de dar paso a un final pausado y relajado por medio de flauta y piano. Un instrumento éste último, que lleva el peso de la melodía en "Lonely Sand" (sin perjuicio del lógico apoyo de cuerdas). Algo menos "romántica" es la versión que escuchamos en "Snoopin". Un corte de obsesiva base rítmica, insinuante uso de las cuerdas y disonante e intrigante final.
Aunque la edición promocional de este score no dura mucho (apenas veinte minutos), hay tiempo para disfrutar (y destacar) otros temas, que aún siguiendo la dinámica del tema central, aportan también cosas interesantes. Destacando "Catch-n-scratch", un corte de original sentido del ritmo, la estupenda música de acción con coros incluidos de "God and Thief Catcher", la atmósfera opresiva de "Toy Toter" y, cómo no, el precioso "Misfit Love", en el que Beltrami desarrolla un tema de amor con sabor propio y diferente del tema central y sus románticas variaciones. Un motivo, de sencilla instrumentación, donde piano, flauta y cuerdas desarrollan la melodía.
Un score indispensable para los que buscan a un Beltrami "romántico", pero sin dejar a un lado su pasado "oscuro". Aunque por desgracia, para poder disfrutar del mismo hay que acudir a la breve edición promocional que circula del mismo, puesto que oficialmente sólo se editó un álbum con canciones.
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