Ignacio Garrido
Viajes en el tiempo a la Francia medieval de la mano de Michael Crichton es lo que este film rodado por el otrora estupendo Richard Donner nos anticipaba como punto de partida para poder disfrutar de nuevo de la música del genio californiano. Por unos y otros motivos en la fase final de la producción de la cinta la creación de Jerry Goldsmith desaparecía de las imágenes para desgracia anticipada (puesto que no se conocía entonces la composición) de sus innumerables fans, viendo en esto la imposibilidad de una futura edición discográfica de la partitura. Como deseo personal, Goldsmith se pondría en contacto con Robert Townson máximo responsable de la casa Varèse para encargarse de editar un compacto con dicho trabajo. Finalmente con ese disco en las manos la decepción es más que nunca tremenda.
Es siempre una dura tarea criticar cualquier trabajo de nuestros compositores más queridos y admirados, más aun en este caso al ser el elegido el autor favorito de un servidor y con su triste pérdida casi sabe mal hablar negativamente de tan enorme genio, sin duda para el que esto suscribe el mejor de cuantos músicos han trabajado nunca para el medio cinematográfico. No obstante y para honrar su memoria ha de primar la sinceridad para con su obra y legado diciendo que su partitura para “Timeline” fue justamente eliminada del montaje final (sin duda la de Brian Tyler es muy superior y cuya reseña puedes leer aquí) de un por otro lado más que mediocre film, contándose entre las menos originales, más aburridas y repetitivas de cuantas composiciones creó el maestro para el género de aventuras y acción.
Para comenzar el tema central del score no es sino un motivo ya oído por primera vez en “Chain Reaction” (totalmente desarrollado en el mejor pasaje de aquella incomprendida partitura, el estupendo “Ice Chase”) y repetido desde entonces en multitud de ocasiones dentro de films de similar temática como “US Marshalls”, “Along Came a Spider” o “The Sum of All Fears”. Por otro lado tenemos un exceso de sintetizadores, quizás justificados en las escenas del presente, pero de sonoridad desangelada y harto inadecuada en las escenas del pasado medieval como otro de los principales lastres de este trabajo (solo se podría destacar como interesante el primer corte del disco “The Dig” por su curioso efecto de contraste entre electrónica y orquesta). Además el susodicho tema principal se repetirá continuamente sin apenas variar o adaptarse a las posibilidades que la historia permitía, cansando enseguida y aflorando a los pocos minutos la sensación de inconsistencia y desgana de Goldsmith a la hora de abordar tan pobres imágenes, algo que en otro tiempo no le habría impedido al maestro elaborar temas de acción polifónicos, sincopados y arrolladores (por algo eran su especialidad), variaciones de un muy superior tema al aquí esgrimido o una cautivadora melodía de amor con sonoridad de la época, algo de lo que el autor de “Chinatown” prescinde por completo.
La música de acción es plana, desesperadamente sosa e incluso torpe en los peores momentos, el tema de amor “Cornflakes” es tan solo una apagada sucesión de notas inconexas que no acaba de tomar forma y lo único que podría salvar la partitura, sus pasajes triunfales de batallas y luchas solo convencen en el climax final del extenso tema “Prepare For Battle / Victory For Us” de más de 11 minutos, que sin librarnos de sonidos electrónicos o la ocasional repetición del motivo central, si se alza muy por encima de toda la música anterior al conseguir construir una pieza de robusta consistencia, buen entramado orquestal y ritmo elaborado. Y si bien el tema victorioso carece de la fuerza y emoción que Goldsmith nos ofreció en tantas ocasiones anteriores (en “First Knight” sin ir más lejos), el desarrollo y progresión de esta pieza resultan tan convincentes, que dicho motivo acaba por ser el mal menor de la audición del corte, único motivo real para convencer a los no incondicionales del compositor de la adquisición del compacto, que por otro lado cuenta con un excelente sonido y presentación.
Apaciguar las ansias coleccionistas de los seguidores del compositor alabando las virtudes técnicas de la edición discográfica en realidad no dice mucho en su favor ni representa demasiado en el computo final de valoración de esta banda sonora en concreto, pero al fin y al cabo es algo a tener en cuenta y este “Timeline” sigue siendo un Goldsmith y por ello puede merecer cierta consideración, aunque no desde luego las críticas y valoraciones tan condescendientes que ha recibido por parte del mundillo de la banda sonora tan solo por el hecho de ser por desgracia, uno de los últimos trabajos de tan querido y admirado autor.
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