Frederic Torres
Después de la impecable (puede que excesiva para el común de los aficionados) edición de la música de “Dr. Kildare”, un fundamental trabajo televisivo de Jerry Goldsmith que amén de reportarle una incipiente fama, le sirvió de inmejorable campo de experimentación para sus ideas dramáticas, este “Cain´s hundred”, el nuevo disco lanzado por Film Score Monthly, se convierte en el complemento idóneo de aquélla por cuanto se trata de otra serie televisiva coetánea en el tiempo que nos permite tener una visión más completa del período de formación musical, acaecido mayormente en este medio, llevado a cabo por el compositor en aquella incipiente década de los 60. Así, según nos apunta en la carpetilla el mismo productor ejecutivo de la serie, Paul Monash (con el que Goldsmith trabajó en varias ocasiones, dada la predilección, según propias afirmaciones, de Monash por el músico), esta especie de “The Untouchables” transmutada de los años 20 (década en el que transcurrían las aventuras del inefable Elliot Ness y sus muchachos) a estos 60, no sólo comparte cierto parecido argumental, sino que, como se aprecia claramente en el aspecto gráfico que nos aporta la imprescindible carpetilla, el look de la serie sigue unas pautas claramente reconocibles, como se puede apreciar ya en el parecido de su mismo protagonista Nick Cain (interpretado por Mark Richman, cuyo papel de más alcance lo había obtenido unos años antes como uno de los secundarios de la clásica “Friendly Persuasion” de William Wyler) con aquel Eliot Ness de duro y cortante rostro y no menos implacable perfil.
Por supuesto que la música también sigue unos derroteros semejantes. Sólo que para el episodio piloto (que, a lo leído, no fue luego el primero en emitirse), “Degrees of Guilt”, Goldsmith había compuesto un tema central de características jazzísticas, como pedía la serie y, sobre todo, como mandaban los cánones de la época, tal como acertadamente se comenta en la mencionada carpetilla, tras el éxito de series como “Staccato” (a cargo de Elmer Bernstein), “Checkmate” (en manos de un incipiente Johnny Williams) o “Peter Gunn” (cuyo famosísimo tema compuso Henry Mancini), que inmediatamente fue revisado por el propio compositor, para volverlo más dramático y distinguir, de esta manera, la serie por encima de las otras. No obstante, como el episodio que inicialmente se emitió fue un doble constituido por “Crime and Commitment” y “Rules of Evidence”, debió parecer que el tema en forma jazzy, el que sólo se escuchará en el mencionado “Degrees of Guilt”, estaba arreglado así debido a la trama argumental del episodio.
El disco se estructura en torno a la música de los 4 episodios que compuso Goldsmith para los primeros capítulos de la única temporada de la serie, más otro de Morton Stevens que, entre otros compositores, recogería el testigo musical de aquél, lo que permite, gracias a su estructura en pequeñas suites, una audición que garantiza la claridad temática y la coherencia. El tema central, pues, se configura finalmente en una especie de tema dinámico, pero dramático, potenciado por la percusión, lo que, según se nos vuelve a informar en el libreto, el gran Hugo Friedhofer tildaba muy acertadamente de federal music. Establecida como un thriller, la serie, especialmente en este primer episodio, “Crime and Commitment”, sigue una orientación musical herrmaniana, de la que la configuración orquestal es ya todo una declaración de intenciones, pues, según se nos informa acerca de los datos de la grabación en la carpetilla, de los 28 músicos participantes, 17 pertenecen a la sección de cuerda. Ello da como resultado un aire tenebroso y atmosféricamente inquietante, pero es evidente que Goldsmith es un músico con una impronta propia que sabe mostrar en cualquier caso, y así ya en “The Heist”, el segundo tema del disco, podemos apreciar sus características musicales tan reconocibles en las secuencias de acción, tanto como en el comienzo de “Vincent´s Visit/The Files” (no así en el desarrollo del corte musical, efectivamente seguidor de claves herrmanianas), o en el de “The Showdown I/Across the River/The Bargain”, dignos esbozos de lo que posteriormente el compositor nos ofrecerá en, por ejemplo, “The Sand Pebbles” o en el mismo “Papillon”. Por no hablar de la resolución musical del final del episodio “The Showdown II/The Beginning”, donde el metal y la percusión ejercen de protagonistas en un tema que podría formar parte de cualquiera de las dos partituras cinematográficas mencionadas.
Algo similar ocurre en el siguiente episodio, el titulado “Rules of Evidence”, que desde el principio del mismo, en “Chapter Title/The Stake Out” ofrece unos diálogos entre el piano y la percusión, que prosiguen en “The Roundup”, con el añadido del metal y la cuerda en la consecución de una secuencia musical de acción de la que cualquier aficionado a la música de cine sabría inmediatamente adivinar la autoría. Los juegos rítmicos en la percusión establecidos en “The Tavern/The Hunters/Bobbie´s Plan” y “The Meeting” siguen las mismas pautas características, afianzándose, aún más, si cabe, en “Phil´s Death/The Winner”, habiendo de esperar a llegar a “Dinner Guest/Bobbie´s Visit/Bobbie´s Wish” para encontrarnos al Goldsmith lírico que prefigura al sensible compositor de “A Patch of Blue”.
El mismo lirismo que encontramos, con un solo de violonchelo acompañado por el resto de la cuerda, en “Party Girl”, corte musical perteneciente ya a “Degrees of Guilt”, que, sin embargo, derivará en su tramo final hacia un piano disonante reforzado con el empleo del viento y unas “paisajísticas” escobillas que adquirirán todo su protagonismo en “The Elevator/Uninvited Guest” y, sobre todo, en “The Killer”, convirtiéndose en el “alma musical” (el rasgo definitorio) del episodio debido a su trama argumental, relacionado con el mundo del jazz.
La música de “Markdown on a Man” es la más escasa en cantidad de los diversos episodios, puesto que la empleada en la mayor parte del capítulo, según se nos informa en el libreto, está sacada del anterior episodio “Rules of Evidence”. Pero, así y todo, nos encontramos con “The Secret”, un tema de reminiscencias musicales deudoras de los países del este de Europa (del otro lado, en aquellos tiempos, del llamado “telón de acero”), que destaca por sus solos de violonchelo y acordeón, así como con “Herb´s Visit/Odd Man Out”, una espléndida continuación lírica del tema anterior.
El último episodio presente en el disco, el musicado por Mort Stevens, ofrece unas claves de continuidad garantizadas (y exigidas) por los productores de la serie, y en poco se diferencia, por tanto, su estilo musical del ya establecido por Goldsmith. Con todo, nos encontramos a un piano protagonista en la mayor parte de los cortes musicales (especialmente en los tres últimos del episodio), al estilo de lo que Goldsmith había hecho, por ejemplo, en “The Daughter”, tema musical perteneciente a “Degrees of Guilt”, pero de características más inquietantes, como podemos escuchar ya en “Unexpected Kiss/Without Ulcers”, o, en otra línea más personal y definitoria, el empleo del viento en una escala ascendente (al estilo de su máximo difusor, Leonard Rosenman), como en “Moody Arnie/Not Hungry”, que también afectará, en un formato de mayor crescendo, al mismo tema central, vuelto a arreglar por Stevens para el resto de episodios de la temporada.
21-septiembre-2009
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