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Bill Conti: Tercera Parte Por José-Vidal Rodríguez |
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Como cierre a la presente guía de compra, y una vez analizadas las partituras publicadas durante los periodos 1968-1982 (Primera parte), y 1983-1989 (Segunda parte), nos acercamos ahora a los réditos artísticos del Bill Conti de los 90, así como a sus escasos proyectos que han visto la luz comercialmente tras la entrada del nuevo milenio.
Después de una década de éxitos y aclamación popular, Conti sufriría, al igual que muchos colegas de profesión coetáneos, un tremendo bajón laboral tan pronto comenzaban los años 90. Los profundos cambios en las técnicas compositivas cinematográficas, unidos a esa inexplicable aversión por las caras musicales clásicas del Hollywood reciente, originaron el paulatino olvido de muchos de los autores erigidos en referencia y estandarte de décadas pasadas. Este hecho redunda con notable sintomatología en la carrera del americano, que vería como su nombre comenzaba a descolgarse sin remedio de la lista de proyectos fílmicos con envergadura (eso sí, salvo honrosas excepciones, que son las que precisamente cuentan entre los encargos más destacados de este periodo).
Ante tan desfavorable panorama, Bill se vio obligado a refugiarse en su amado ámbito televisivo, que compagina en esta última etapa con algunos musicales y obras teatrales, así como con su participación en puntuales producciones cinematográficas, gran parte de las cuáles totalmente olvidables. Incluso recientemente, en su intento por reabrir esa puerta injustamente cerrada en el ámbito de la música audiovisual, hemos podido ver su nombre ligado a las tareas de ambientación musical de un ambicioso videojuego (“El Padrino”). Lo anterior provoca, como consecuencia directa e inevitable, que nos hallemos en la etapa artística menos atrayente del maestro Bill Conti, en la que no obstante encontraremos ciertos títulos de la suficiente calidad como para rememorar las épocas gloriosas del autor. |
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   | THE KARATE KID, PART 3 (Karate Kid 3: El Desafío Final) 1989 Varese Sarabande CD Club MO 0307 1059-4.2 (CD)
Tercera y flojísima entrega de la saga karateka más famosa del cine, en la que los “inspirados” guionistas integran esta vez un elemento nuevo en el argumento, que más bien parece extraído de la trilogía de “Star Wars”: El pupilo Daniel, hasta el gorro de los insólitos entrenamientos a los que se ve obligado, se pasa al lado oscuro alejándose de su maestro Miyagi, atraído por la agresividad del siniestro Terry Silver, un narco sin escrúpulos que logra convencer al protagonista de que el anciano está limitando su instinto agresivo para el karate.
Concebida como cierre definitivo a la franquicia (aunque luego se rodara ese engendro llamado “The Next Karate Kid”), si ya la primera secuela arrastraba una evidente falta de originalidad por la repetición de tópicos y secuencias recurrentes en la saga, este “Karate Kid 3” resulta un auténtico “copy-paste” del filme original, incluyendo un final casi idéntico en la defensa del título por Daniel en los campeonatos juveniles de Hill Valley. Por ello, la única sorpresa verdaderamente agradable de la cinta es atender a la audición de la más que estimulante partitura escrita por Conti, que es incluida íntegramente en el magnífico set de 4 Cds comentado en la anterior entrega de esta guía.
El virtuoso de la flauta de Pan, Gheorge Zamfir, vuelve a las sesiones de grabación tras su ausencia en “Karate Kid 2”, para deleitarnos de nuevo con el suave y evocador sonido oriental asociado a la espiritualidad del personaje de Miyagi, aunque es necesario resaltar que el tono musical de esta tercera entrega deviene en más oscuro y violento, aparte de ser probablemente la partitura con mayor empaque orquestal de la serie. Como ya sucediera con su estimable “Rocky 2”, el autor reutiliza numerosos motivos musicales preexistentes de la saga, pero dotándolos de afortunadas variaciones que van más allá de constituir meras adaptaciones reiterativas. El ejemplo más claro de lo antedicho lo hallamos en el corte ”Kata Training”, en el cuál se expande y engalana aquella bellísima melodía en forma de canon que se usaba en el “Training Hard” del primer Karate Kid.
Uno de los nuevos motivos escritos para esta tercera parte es el contenido en el corte ”Terry Silver”, dedicado a aquél enemigo de Miyagi, en donde Conti desarrolla una nerviosa fuga que ralentizará brillantemente en el posterior corte ”Terry´s Next Move “.
Y como colofón al score, el compositor nos regala otro de sus apabullantes temas de acción explosiva en ”The Final Blow”, en donde las acotaciones dramáticas al tema de amor de “Karate Kid 2” nos van conduciendo, de la mano de ese agresivo sinfonismo marca de la casa, al climax final resuelto (como no podía ser de otra forma) con el tema de Daniel arreglado a modo de himno triunfal de cierre.
Duración: 20 cortes - 42´.
Lo Mejor: Toda una sorpresa para ser una tercera parte: El exquisito tratamiento de los temas conocidos de la saga, así como la presentación y desarrollo del estimulante material creado ex profeso.
Lo Peor: Que se juzgue el trabajo tan sólo como una mera reiteración de los motivos musicales más notorios de la serie.
El Tema: “Terry Silver”, “The Final Blow”.
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 | AMERICAN GLADIATORS (Gladiadores Americanos) 1990 DCC/Sandstone Music D2-33084-2 (CD)
Con el único afán de procurar que la presente guía sea lo más completa posible, se incluye -casi como hecho meramente anecdótico- este peculiar compacto, nacido al amparo del éxito de aquel concurso que en nuestro país se emitió a mediados de los años 90, “Gladiadores Americanos”. Programa en el que los participantes debían superar numerosas pruebas de habilidad y fuerza física para convertirse en los auténticos Gladiators de cada semana.
Entre el cúmulo de canciones incluidas en el disco (no podía falta ese himno ochentero convertido ya en un clásico, el “We Will Rock You” de Queen), así como la ambientación instrumental rockera de cada una de las pruebas, obra de un tal Dan Miner, hallamos la sintonía original del programa compuesta por Bll Conti, en sus dos versiones de apertura y cierre. Un tema convencional, intrascendente, aunque al menos adecuado en sus intenciones “adrenalíticas”, pese a resultar francamente deudor de su conocido “Power Sports Theme”, escrito para las Olimpiadas de Los Angeles de 1984.
Duración: 2 cortes originales de Conti - 1´.
Lo Mejor: La curiosidad de escuchar la sintonía original del programa.
Lo Peor: Que alguien adquiriera en su día este compacto creyendo hallar más música original de Conti.
El Tema: Lógicamente, el “American Gladiators Theme”.
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   | MURDERERS AMONG US: THE SIMON WIESENTHAL STORY (Asesinos Entre Nosotros) 1990 Bay Cities BCD 3004 (CD)
Primera oportunidad en la que Bill se aproxima al tema del genocidio nazi (si bien “La Fórmula” pasaba muy de refilón sobre el tema), “Murderers Among Us” es un sobrio telefilme que narra la historia de Simon Wiesenthal, un judío genialmente encarnado por Ben Kingsley que sobrevive al tormento de los campos de concentración en la Segunda Guerra Mundial, dedicando su vida a partir de entonces a perseguir sin tregua a los nazis que han quedado impunes tras la barbarie.
Su partitura es una de esas joyas ocultas que bien merece reivindicarse aún transcurridos más de 15 años desde su publicación. El extinto sello “Bay Cities” acertó de lleno al editar una obra tremendamente bella y de tal acabado elegiaco que podríamos hablar de unos registros prácticamente inéditos en la filmografía de Bill. Música de gran calado dramático, lacrimógena, en la que la triste cadencia de sus acordes apela con suma sensibilidad al homenaje continuo a las víctimas del holocausto judío.
Estructurada en el compacto como conglomerado de temas en dos movimientos, Conti desborda buen gusto en las cuerdas, así como destreza y expresividad en los vientos-madera (aunque alguna frase a oboe nos recuerde ligeramente al Morricone de “La Misión”). Igualmente, introduce en los instantes más dramáticos del telefilme el poderío del coro y la percusión, apelando a una grandeza sentimental cuya calidad queda fuera de toda duda. En definitiva, el compositor demuestra una sensibilidad que, partiendo de ese tono de aflicción y recogimiento, ningún filme le había brindado la oportunidad de ofrecer en tal medida. Así las cosas, “Murderers Among Us” es probablemente, junto con “Norte y Sur”, el mejor score escrito -o al menos editado- para la televisión por el americano.
Las comparaciones son odiosas, pero si “La Lista de Schindler” nos regaló otra obra maestra nacida de la incansable genialidad de John Williams, el trabajo que nos ocupa se halla -desde su evidente modestia- pocos pasos por detrás de aquélla en carga dramática y capacidad de sobrepasar el estrecho margen de las imágenes. Eso sí, en trascendencia comercial no le llega ni a la suela de los zapatos, puesto que estamos ante una de esas rarezas semiocultas del autor, que además sería publicada por un sello desaparecido hace ya años.
Duración: 2 cortes - 43´.
Lo mejor: La sorprendente inspiración del autor en este registro de amplio calado melodramático rayando lo trágico, tan inusual por otro lado en su filmografía.
Lo peor: La estructuración del álbum en tan sólo dos suites, sin solución de continuidad.
El Tema: La suite titulada “Part 1”.
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 | YEAR OF THE GUN (El Año de las Armas) 1991 Milan 873025 (CD)
Allá por el año 1991, Bill comenzaba a dar síntomas de convertirse en un caso más del típico autor solvente, pero defenestrado por una industria que parecía apartarle ante los evidentes cambios musicales que trajo consigo aquella década, y que tanto daño haría también a otros colegas coetáneos de Conti. No en vano, podemos situar este arranque de los 90 como el génesis de su declive, hecho palpable en la sucesión de bodrios que a Conti se le empezaron a ofrecer a partir de entonces.
El score de “Year of The Gun”, flojísimo thriller rodado por un John Frankenheimer en plena decadencia (eso sí, interpretado por una Sharon Stone que un año después nos regalaría su mitico cruce de piernas en “Instinto Básico”), podría definirse como uno de esos productos extraños salidos de la pluma de un compositor que precisamente no se hallaba en su mejor momento creativo, sino más bien todo lo contrario. Como ya aconteciera en la anterior “Betrayed”, Bill continua las experimentaciones electrónicas con bastante poca fortuna, aunque aquí añade un aderezo con el que al menos consigue dotar de cierta singularidad al conjunto: La irrupción de coros gregorianos, los cuáles convierten algunos temas en una mezcla vanguardista y ecléctica, cercana por momentos a puros ejercicios new age.
Señalar por último que la edición a cargo del sello “Milan” aún puede encontrarse en determinados comercios de nuestro país a un precio francamente bajo (si bien no lo suficiente, como para recomendar sin paliativos su compra).
Duración: 21 cortes - 45´.
Lo Mejor: Al menos, la original introducción de los coros gregorianos.
Lo Peor: Es una partitura que, dentro de su peculiaridad, carece de cualquier vestigio del Conti grande de antaño.
El Tema: La ecléctica fusión electrónico-coral del “Main Title”.
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| NAILS 1992 Varese Sarabande VSD-5384 (CD)
Si ya “El Año de las Armas” suponía un paso atrás en su pulcro curriculum, “Nails” se erige, junto con el “Grand Slam” comentado en la anterior entrega, en el álbum maldito de la discografía de Conti, encargos ambos de los que el compositor no dudo que renegará y seguirá echando pestes en su fuero interno.
La verdad es que el score viene ya lastrado por la exigua calidad de la producción. “Nails” no pasa de ser un más que olvidable telefilme policíaco protagonizado por Dennis Hooper, en el que el cineasta John Flynn volvía a acudir al de Rhode Island después de sus solventes resultados obtenidos tres años antes con “Lock Up”.
Ya de entrada, el músico cuenta aquí con un presupuesto ridículo, lo que le obliga a ingeniárselas con la parca ayuda de los teclados, constituyendo uno de sus escasos trabajos editados en donde no utiliza ni un solo instrumento real. Es curioso, porque a Bill le sucede algo similar a lo que le ocurría, por ejemplo, al maestro Jerry Goldsmith: En las pocas ocasiones en las que ambos han trabajado única y exclusivamente con los sintetizadores, la han pifiado de verdad. No en vano, “Nails” demuestra las enormes carencias del autor cuando se le priva de las posibilidades de la orquesta real, ofreciendo una sucesión de ritmos sintéticos y de texturas de acción tan desafortunadas como similares en algunos momentos a otro engendro de los 80, aquél “Red Heat” de James Horner. Lo cierto es que, por una vez, película y banda sonora van a la par en calidad.
Duración: 12 cortes - 34´.
Lo Mejor: Su duración, tan solo media hora de “sufrimiento” sonoro.
Lo Peor: Ver el nombre de Conti firmando esta triste obra.
El Tema: Rescatar algún corte de la presente partitura es una tarea para la que me confieso incapaz.
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  | BLOOD IN, BLOOD OUT -A.K.A. BOUND BY HONOR- (Sangre por Sangre) 1993 Varese Sarabande VSD 5396 (CD)
Curiosísima la historia que se esconde detrás de este score. Como quiera que a Conti le unía una prolífica relación contractual con el sello Varese Sarabande para comercializar sus partituras, este ”Bound by Honor” sería otro más de los compactos disponibles en el mercado del autor. Varese produjo una primera tirada del CD cercana al centenar de copias, con su maquetación original y listas para la venta, pero nunca llegó a distribuirlas por problemas legales de última hora. Podemos hablar entonces de una “edición oficial pirata”, puesto que aquellas pocas copias del compacto que circularon en el mercado paralelo, no son sino algo que en teoría nunca debió existir. Todas estas incidencias alimentaron el mito de un álbum que, durante algún tiempo, se convirtió en el más caro en la historia del coleccionismo de bandas sonoras.
En lo estrictamente concerniente a su música, estamos ante un trabajo consistente, en el que el autor acude a registros urbanos siempre asentados en ritmos y sonoridades latinas, en las que parecen tener un papel protagonista ese grupo de melancólicos solos de trompeta y guitarra, los cuáles interactuan eficazmente con la pequeña orquesta y puntuales teclados. Fusionando agresivas improvisaciones jazzisticas con patrones rítmicos al más puro estilo “Conti”, el score resulta por otro lado bastante acertado en su propósito de asimilar sonidos hispanos al ambiente de las bandas callejeras sobre las que gira el argumento (basado en la historia real del poeta Jimmy Santiago Baca). En este sentido, Conti repetiría, ese mismo año, similar acercamiento en la inédita “By The Sword” (“El Desafío”).
Si bien los azares del coleccionismo sirvieron para supravalorar la calidad de este score (ni de largo se haya entre lo mejor del músico de Thode Island), no cabe duda que su acabado denota un más que eficiente acompañamiento sonora para un filme que, salvo error, nunca fue estrenado en las salas comerciales de nuestro país.
Duración: 9 cortes - 30´
Lo Mejor: La fresca resolución de los sonidos latinos.
Lo Peor: Olvídense de pagar un precio razonable por la edición original, si es que la encuentran.
El Tema: “Hilltop Shootout”, “Blood In, Blood Out”.
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   | THE ADVENTURES OF HUCK FINN (Las Aventuras de Huckelberry Finn) 1993 Varese Sarabande VSD-5418 (CD)
En 1993 la Walt Disney se lanzó a producir una nueva adaptación cinematográfica de la popular novela de Mark Twain, en la que un jovencísimo Elijah ”Frodo” Wood encarnaba con cierta soltura al inquieto protagonista, arropado por actores de la talla de Jason Robards, Ron perlman o Anne Heche y dirigido por el taquillero Stephen Sommers.
Conti retorna momentáneamente a la primera línea de Hollywood, escribiendo una espléndida obra de profundo empaque sinfónico, omnipresente en el filme pese a su pobre edición discográfica, y caracterizada por un sometimiento absoluto al sonido Americana al más puro estilo Aaron Copland (autor al que homenajea sin tapujos en varios fragmentos). Ello se traduce en la composición de piezas tremendamente vitalistas y vivaces, de un color siempre optimista (aún en los momentos de necesaria tensión), y que despiertan en el oyente un agradecido optimismo y que a la vez conectan de manera más que notable con el ambiente infantil de la historia y las insólitas correrías de su personaje central.
Tremendamente popular y considerada por muchos como una de las últimas grandes obras escritas por Bill hasta la fecha, la partitura adolece sin embargo de un pequeño defecto del que pocos se han percatado: Las evidentes similitudes de su tema central con aquél que Franz Waxman compusiera para la versión de la novela rodada en 1939. Las orquestacines, así como cierta frase melódica, resultan francamente similares entre sí, por lo que Conti debió tener muy en mente el trabajo del gran Waxman, para la traslación al pentragama de esta nueva versión. Con todo, el vitalismo y energía del autor logran que el score posea el suficiente marchamo de calidad y personalidad musical como para convertirse en uno de sus grandes encargos de la década de los 90.
Duración: 10 cortes - 30´.
Lo Mejor: El Conti vivaracho e inspirado de antaño, parece moverse como pez en el agua en la recreación de sonoridades a la Americana.
Lo Peor: Las referencias al trabajo de Franz Waxman, así como la pobre duración del compacto, del que se excluyen algunos temas francamente destacados escuchados en el filme.
El Tema: ”All Is Well”.
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   | ROOKIE OF THE YEAR (El Novato del Año) 1993 Varese Sarabande CD Club VCL 0306 1047 (CD)
¿Por qué Conti sigue siendo sin duda un autor referencia para musicar filmes deportivos? Desde luego la explicación la encontramos en su peculiar habilidad rítmica y melódica para plasmar al pentagrama las características propias del dinamismo y espíritu de superación
El resultado de este “Novato del Año” no puede ser más favorable para el compositor. Una partitura breve, huérfana de mayores complejidades estilísticas, pero brutalmente efectiva en el contexto de una cinta directamente dirigida al público juvenil. No es casual, por tanto, que “Rookie of the Year” fuese durante años una de las obras más solicitadas por los completistas del compositor.
Encabezada por una marcha central sencillamente brillante (”Main Title March”), en la que se conjuga la energía del beisbol con pequeñas acotaciones a una breve frase asociada a la inocencia y humildad del niño protagonista, Conti apaña una partitura de 25 minutos con una sobriedad absoluta, recreándose durante buena parte de la misma en los acordes de aquella magnífica marcha, pero reconduciéndola con habilidad a diferentes registros. La verdad es que la misma tiene la suficiente fuerza como para que la reutilice sin problemas en casi la totalidad del resto de cortes, variando su orquestación para presentarla en clave nostálgica o incluso salpicada por tintes socarrones a la Americana ("A Great Summer").
Como colofón a la vigorosidad de esta marcha principal, el autor escribe dos cortes trepidantes que le siguen confirmando como el ompositor por excelencia para el cine deportivo. En dos escenas claves del filme, ”Mound Advice” y ”Float It!” (éste último asociado al triunfal desenlace de la película), Conti echa el restodotando a las secuencias de un dinamismo apabullante para un filme de este estilo, al acudir a un sinfonismo muy bien engarzado que, por momentos, resulta tributario de los gloriosos tiempos de su “Evasión o Victoria”.
Duración: 8 cortes - 24´.
Lo Mejor: Se nota que Conti disfrutó como un crío escribiendo la partitura.
Lo Peor: Su brevedad y la insistencia en la utilización de la marcha principal, magnífica por otra parte.
El Tema: ”Main Title March”.
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 | THE NEXT KARATE KID (El Nuevo Karate Kid) 1994 Varese Sarabande CD Club MO 0307 1059-4.2 (CD)
Un Ralph Macchio crecidito y casi desaparecido del mundo del cine, cedió el testigo de las enseñanzas en el noble arte del karate a una actriz que debutaba en el celuloide con este lamentable filme, y que sin embargo se convertiría en futura ganadora de un Oscar: Hillary Swank.
Ya sin John G. Avildsen trás la cámara (bastante tuvo con los palos de la crítica por su “Karate Kid 3”), Conti permanece en esta nueva entrega -gran error el suyo-, para escribir un trabajo totalmente desmarcado de la inspirada impronta ofrecida en los anteriores scores de la saga. Si bien el músico respeta el conocido tema central de la serie (eso sí, repetido con cierta monotonía), la principal diferencia con las tres partituras precedentes radica sin duda en la palpable falta de medios a la hora de concebir y grabar la música (usándose una reducidísima orquesta completada por socorridos teclados), así como la ausencia casi total de entendimiento con el nuevo director entrante, Christopher Cain. Circunstancia ésta que provocó incluso la contratación a última hora de Bill Ross como músico adicional para varios cortes rechazados.
El resultado de este cúmulo de contratiempos, se traduce en una música fría y altamente convencional, la cuál funciona más que nunca como mero acompañamiento sonoro “del montón” para una cinta sin pies ni cabeza. Tan sólo Conti encuentra un momento para ofrecer vestigios de su talento en el tema “Trainyard Emotions”, en el que desde una evidente ligereza melódica, nos presenta un motivo en clave ensoñadora que al menos se alza por encima del resto de material.
Duración: 24 cortes - 50´.
Lo Mejor: Aun siendo un trabajo musical olvidable, resulta lo único a salvar de uno de las peores cintas en las que ha colaborado el autor.
Lo Peor: Es una partitura que roza lo sonrojante, en comparación con el gran nivel de calidad ofertado en las tres soundtracks anteriores de la serie.
El Tema: “Trainyard Emotions”.
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  | 8 SECONDS (8 Segundos) 1994 MCA Records MCAD 10927 (CD)
8 segundos es el tiempo mínimo que el jinete debe aguantar subido en su montura, para puntuar conforme a las reglas del rodeo americano. Bajo este título, John G. Avildsen volvía a recurrir a su compositor fetiche para poner acordes a este relato biográfico sobre Lane Frost, un jinete mítico en los USA por haberse alzado como ganador, con tan solo 21 años, del campeonato PRCA de rodeo de 1987.
Teniendo en cuenta que la edición discográfica sólo nos ofrece un tema original de Conti (regrabado expresamente para el álbum, por lo que no aparece como tal en el filme), es necesario acudir al visionado del largometraje para apreciar el estupendo trabajo musical que el compositor vuelve a regalar a su fiel amigo Avildsen.
Partiendo de aquella única melodía editada, ”Lane´s Theme” (otro ejemplo de cómo crear sin artificios una frase inmediatamente reconocible para el espectador), Conti construye un compendio de cortes de pretendido ambiente rural, que resuelve mediante una sugerente fusión de música folk y country, así como reservando el estilo Americana para los atractivos arranques sinfónicos con los que el autor describe la energía y riesgos propios de las secuencias de rodeo. En este sentido, el tema escuchado en los títulos de crédito iniciales resulta magnífico, mostrando otra vez el autor su habilidada y casi “sexto sentido” a la hora de afrontar secuencias de cierto vigor y agilidad compositiva.
Duración: 1 tema original de Conti - 3´.
Lo Mejor: El reencuentro con Avildsen propicia la creación de un correctísimo trabajo musical.
Lo Peor: Que el score incidental permanezca aún sin editarse.
El Tema: El “Lane´s Theme”, aun cuando sus versiones orquestales usadas en el filme, sean bastante más atrayentes que la incluida a piano en el álbum.
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  | YELLOWSTONE 1994 Rani Music (CD)
Diez años después de escribir la sobria partitura para “Grand Canyon”, el compositor retorna al género de los documentales con la creación de esta obra destinada a otro producto de calidad de la factoría IMAX, con el famoso Parque Yellowstone como escenario de hermosas imágenes y perspectivas genialmente rodadas por Kieth Merril (un auténtico experto en este gñenero, y el mismo cineasta que dirigiera la mencionada “Grand Canyon”)
De nuevo, Conti sale más que airoso en esta labor descriptiva y potenciadora de las veleidades de este incomparable marco natural. En esta ocasión, el autor incluso ahonda en una música de tono cómico y vivaracho, escribiendo una serie de sugerentes motivos para la curiosa fauna que se da cita en el mítico parque natural. De hecho, el documental parece protagonizado por una pareja de peculiares osos, Bart y Rosie, a los que el compositor dedica con simpatía ciertos fragmentos cercanos a la música bufa (”Bearzilla”). Es importante señalar igualmente, que el clasicismo se apodera totalmente del score, haciendo especial hincapié en fragmentos de distinguida elegancia a las cuerdas (”First History Lesson”) y fugas demás recursos tradicionales de los que tanto gusta salpicar el autor ciertas obras.
Así las cosas, no cabe duda que estamos ante una partitura hermosa y expresiva, en la que sin embargo encontraremos expresas referencias melódicas a su anterior “Huck Finn”. Y aunque el sonido mejora respecto al ofertado por el sello Imax en el anterior “Grand Canyon”, otra vez nos encontramos con una grabación muy mejorable en su aspecto sonoro, impidiendo en puntuales instantes disfrutar de la plenitud de matices de la magnífica orquestación de Jake Eskew.
Duración: 11 cortes - 30´.
Lo Mejor: Es otro documental resuelto con mucho oficio por el compositor.
Lo Peor: La escasa precisión orquestal transmitida por la irregular grabación.
El Tema: El vibrante “Dancing Waters” y la coda final del “In Conclusion”.
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  | BUSHWHACKED 1995 Varese Sarabande CD Club VCL 0306 1047 (CD)
“Bushwacked” es la tercera y última partitura incluida en el disco “Rookie of The Year” editado por Varese, junto al score de “A Night in the Life of Jimmy Reardon”, que ya se analizó en la segunda entrega de esta guía.
”Bushwhacked” supone además la recuperación para sus seguidores de una de esas rarezas ocultas de Conti. Resultando una obra interesante y desde luego todo un descubrimiento, en el “debe” de la partitura encontramos una circunstancia que le hace perder enteros, al menos en lo relativo a su originalidad. Efectivamente, el score se halla influenciado en varios pasajes por dos partituras muy conocidas del autor, “Masters del Universo” y “Las Aventuras de Huckelberry Finn”; la primera de ellas, de la que toma las poderosas fanfarrias a metales, en lo referente a los momentos épicos del filme, mientras que la segunda encuentra las similitudes en lo relativo a las melodías a la americana con las que Conti subraya tanto el ambiente de camaradería de los boy scouts como los incomparables paisajes naturales mostrados en en largometraje.
Tal es el peso de sendos scores que incluso Bill toma de ellos prestadas frases melódicas enteras, algunas absolutamente calcadas. Así, en ”Big Finish“ oiremos a partir del minuto 2:44 el tema de “He-Man” en todo su esplendor, con un descaro impropio en Conti; por su parte, “The Swat Team” contiene retazos a cuerda reconocibles -más leves, eso sí- del motivo central de “Huck Finn”. Si conseguimos disculpar este más que palpable defecto, la partitura se convierte en un grato ejercicio de música de aventuras de inconfundible acabado continiano.
Duración: 12 cortes - 23´.
Lo Mejor: Es un score de sobrado empaque y consistencia para una película de estas características.
Lo Peor: Pocas veces hemos oído “auto plagios” tan evidentes del autor, como los que aquí se aprecian en determinados cortes.
El Tema: “Our Leader”.
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  | NAPOLEON 1995 BMG Australia 451572 (CD)
No se confundan por el título. Este “Napoleón”, lejos de constituir otra aproximación a la figura del mítico militar francés, no es sino una cinta infantil australiana que narra las peripecias de un cachorro Golden Retriever en su viaje en globo a una isla, en donde atetrrizará accidentalmente y aprenderá a vivir solo, defendiéndose de los numerosos animales salvajes que la pueblan.
Un Bill Conti practicamente retirado ya de la lista del “Top 10” de la composición cinematográfica americana, se aferra a esta amable partitura con la que, sin demasiadas pretensiones, consigue arrancar del oyente algunos momento de jovial entusiasmo y verdadera calidad. Como si de un Alan Menken se tratara, su labor se extiende más allá del score incidental, componiendo la melodía de tres canciones incluidas en el filme, siendo el ”How far I´ll Fly” la mejor de ellas, así como la sintonía principal del filme. El contraste del tono infantil intrínseco al score, con aquellos retazos del gusto del compositor por los elementos pseudo barrocos, convierte el trabajo en una obra tan sugerente como prácticamente desconocida para el aficionado medio.
Duración: 16 cortes - 36´.
Lo Mejor: Sin ser un trabajo capital del autor, la amabilidad del score y su disfrute en audición aislada resultan incuestionables.
Lo Peor: La escasísima difusión del album.
El Tema: “How Far I´ll Fly”.
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   | THE THOMAS CROWN AFFAIR (El Secreto de Thomas Crown) 1999 Pangaea/Ark 21 153 986 2 (CD)
1999 fue el año en el que Conti tendría una de las últimas oportunidades de retornar a los primeros peldaños de Hollywood. “El Secreto de Thomas Crown”, remake de la película original de 196.., ofrece al autor la ocasión de musicar de nuevo un filme de indudable trascendencia comercial, algo que quizás no sucedía desde su contratación por la Disney para el “Huck Finn” de 1993.
Lo primero a destacar es el hecho de que el autor se desmarca de cualquier referencia al trabajo de Michel Legrand escrito para el largometraje original (tan sólo el famoso ”The Windmills of Your Mind” es interpretado por la voz de Sting), aportando ideas totalmente propias para sobre el entorno sonoro aplicable a ese entrañable ladrón de guante blanco a la antigua usanza. Consecuencia directa de lo anterior, es la soberbia fusión de estilos con la que el de Rhode Island diversifica la partitura: El funky, el jazz, melodías cálidas e intimistas (destinadas a la relación de amor-odio de los protagonistas), todo ello aderezado incluso con apuntes cercanos al chill out, son sólo algunos de los registros con los que Bill Conti realiza un recorrido fascinante por la persecución a Thomas Crown.
Mientras la simbiosis de la música con la imagen resulta incuestionable, la escucha aislada del compacto origina la aparición de tantos amantes como detractores del presente encargo. Quizás tanta variedad temática acabe por desquiciar a algunos, o seguramente lo atípico y nada convencional de su acabado resulte un plato difícil de digerir para otros. Sea como fuere, lo cierto es que Conti demostró que, tras casi 30 años de carrera, aún podía fascinar y “re-inventarse” a sí mismo con un brillante trabajo que conserva lo mejor de su personalidad y esencia creativa.
La edición oficial del sello “Pangaea“ -existe un soberbio bootleg con el score completo-, no hace en absoluto merecimientos a la intachable calidad del encargo. Tan sólo incluye cerca de diez minutos (y no precisamente los más brillantes) de los casi setenta de la partitura original, en detrimento de las canciones aparecidas en la cinta. Ante este despropósito, parece normal que el álbum deje fuera uno de los momentos más sugestivos de la partitura, cual es el extenso corte que acompaña las secuencias de la perpetración del robo.
Señalar por último, que el semidesconocido Jamshied Sharifi escribiría dos temas adicionales al score incidental de Conti, únicamente recogidos en el espléndido bootleg difundido casi de manera paralela al disco oficial.
Duración: 12 cortes - 38´.
Lo Mejor: La original fusión estilística, así como la inspiración con la que el compositor se desmarca del trabajo previo de Michel Legrand, aportando una visión totalmente remozada y fresca de la historia.
Lo Peor: La paupérrima y desacertada selección de temas del álbum oficial.
El Tema: La elegancia convertida en gracilidad del “Never Change”.
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  | TORTILLA SOUP 2001 Narada 10366 (CD)
En uno de sus primeros papeles para el cine americano, Penélope Cruz se enrola en esta flojísima cinta dirigida por la también compatriota Maria Ripoll, que incide en la vida cotidiana de un cocinero latino retirado y sus tres bellas hijas. Con este argumento de comida abundante de por medio, no resulta extraño que Ang Lee figure acreditado como co-guionista inicial del proyecto (aunque muy alejado aquí de sus talentosos libretos para “Comer, beber, amar” o “El Banquete de Boda”).
Poco se puede comentar de su banda sonora, ya que el disco oficial tan sólo recoge las canciones escuchadas en el filme, incluyendo únicamente una pista del score incidental de Bill Conti.
El corte “Tortilla Soup”, nos revela otra vez las dotes y elegancia de Conti para profundizar en la música de raíces latinas, como ya hiciera en varios encargos anteriores ya analizados. El tema entrega el protagonismo a la guitarra, la cuál es introducida y acompañada por percusión de arraigo cubano, transmitiendo calidez y cercanía. No podía faltar el solo de trompeta mutada final, para recordarnos el hecho de que estamos ante un autor de versatiidad contrastada, capaz de dotar de profesionalidad a sus encargos, sean de la envergadura que sean.
Duración: 1 corte original de Conti - 5´.
Lo Mejor: Conti siempre sale airoso cuando profundiza en registros y texturas latinas.
Lo Peor: La confirmación de que el autor ya no tenía cabida en un Hollywood que sigue defenestrando a los grandes del pasado aún en activo.
El Tema: “Tortilla Soup”.
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  | ROCKY BALBOA 2007 Capitol/EMI 09463-76267-2 (CD)
Stallone, en su intento desesperado por volver a la primera línea de Hollywood, dirige y protagoniza la que parece ser última entrega de la saga del boxeador más famoso de la historia. “Rocky Balboa” pone el punto y final con un argumento que consigue sólo a medias acercarse al sentimentalismo del filme inicial, con un Stallone forzando gestos para dar cierta credibilidad a esa vida amargada del protagonista, sumido en la tristeza tras el fallecimiento de su mujer Adrian y el distanciamiento con su hijo. Pero la arrogancia de un joven campeón, propicia la oportunidad de que un Rocky “fondón” se suba de nuevo a los cuadriláteros y de paso, recobre con este combate la ilusión por seguir viviendo.
Justo al mismo tiempo del estreno del filme, apareció este compacto cuya portada reproducía el cartel original de esta sexta parte, lo que llevó a pensar a más de uno que se trataba del soundtrack oficial del filme. Pero tan sólo fue una hábil estrategia de marketing, dado que el álbum no es sino un recopilatorio con los mejores temas de la franquicia. No obstante, haciendo una breve referencia al score inédito hasta la fecha de esta última entrega, señalar que el mismo no sólo adolece de una inusual brevedad, sino que además no aporta francamente nada musicalmente hablando. Y ello porque al igual que sucedía en “Rocky 3”, Conti se limita a reversionar los motivos más conocidos de la franquicia, incidiendo en esta ocasión en lánguidos pasajes a piano asociados a aquella crisis existencial que atraviesa Rocky en esta sexta parte. Pasajes sin garra, totalmente perdidos en un asumido segundo plano, que a la postre acaban por diluirse entre los diálogos del filme cuál azucarillo en taza de café.
En cuanto al recopilatorio en sí, lo cierto es que se trata de un disco francamente completo que hará las delicias de los amantes de la saga. No sólo incluye las canciones más populares de cada cinta (algo que ya hacía aquél “The Rocky Collection” editado a principios de los 90), sino que también recoge varios cortes instrumentales de Bill, seleccionados con muy buen criterio entre los auténticos highlights de cada entrega.
Duración: 18 cortes - 65´.
Lo Mejor: Se agradece la aparición de una compilación tan completa de la saga como lo es ésta.
Lo Peor: No se dejen engañar por esta inteligente maniobra de marketing: Ni un sólo corte incidental de la sexta entrega aparece en el compacto.
El Tema: “Gonna Fly Now”. ¿Quedaba alguna duda?.
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