Dario Marianelli está siendo sin duda el gran descubrimiento del año. Hace unos meses muchos se preguntaban quién era este compositor, y qué había hecho para que de una tacada fuera contratado para la última película de Terry Gilliam “The Brothers Grimm”, la adaptación del clásico de Jane Austen “Orgullo y Prejuicio”, y sobretodo la versión cinematográfica de esa obra maestra del comic que es “V de Vendetta” de Alan Moore, producida por los hermanos Wachovski. Pues bien, la verdad es que la respuesta no tenía una fácil contestación, pues la obra de Marianelli estaba un poco limitada al cine independiente y producciones de televisión británica.
Tras escuchar “The Brothers Grimm”, todas las dudas han desaparecido de un plumazo. Muchos ya le sitúan como el sucesor de Elliot Goldenthal e incluso de Bernard Herrmann; otros dicen que es un híbrido entre Danny Elfman y John Williams. Otros preferimos ver en él un compositor con suficiente identidad musical como para darnos años de gloria a los aficionados a la música de cine. La música de cine está de enhorabuena, pues ha nacido una estrella.
Antes de nada, nos gustaría agradecerte tú amabilidad por haber permitido que Scoremagacine tenga el honor de realizarte tú primera entrevista como músico de cine. Muchas gracias Dario.
Comencemos. Naciste en Pisa (Italia), pero musicalmente creciste en Florencia y Londres, cuéntanos ¿Cómo comenzaste a interesarte por la música?
Siempre ha habido música a mí alrededor, he crecido escuchando música. Mis padres son grandes amantes de la música, y ya desde muy temprana edad me llevaron a conciertos y óperas. Asistí a mi primera ópera de Wagner con apenas seis años, y desde entonces ya no hubo vuelta atrás en mi futuro dentro la música...
A esa misma edad, ingresé en el coro de niños de la iglesia local, y me enamoré del órgano de la Iglesia. En esa misma época, comencé a tomar lecciones de piano de una amiga de mi madre. Así que, mi primera toma de contacto con la música, mi primera gran formación fue en Pisa, en mi casa, y todo gracias a mis padres.
Estudiaste en el “Guildhall School Music and Dram”, y durante algunos años escribiste numerosas piezas para la BBC, para teatro, danza contemporánea y obra de concierto. ¿Te sientes a gusto escribiendo para medios tan diferentes? ¿Hay alguna especial pieza o trabajo del que estés especialmente satisfecho?
Realmente nunca he pensado en mí como un músico de teatro, un concertista o algo similar. Siempre he tratado de coger proyectos que pudieran permitirme hacer cosas que nunca hubiera hecho antes, y tratarlas como algo único. Me siento muy a gusto trabajando y colaborando con otras personas, directores, coreógrafos, músicos. Me da mucha satisfacción poder escribir música que tiene un uso “específico” y concreto.
Es tiempo de hablar de tú carrera dentro de la música de cine. ¿Qué es lo que atrajo tú atención a la música cinematográfica?
La verdad es que he sido muy afortunado. Cuando me trasladé a Londres en 1990, conocí a un grupo de compositores que estaban haciendo música para películas y televisión, fueron una gran inspiración para mí. Hasta ese momento, nunca me había planteado en serio esta opción antes, pero después de ver a esta gente escribir música para un “medio vivo” me replanteé la idea de ser compositor de cine. Llegué a la conclusión de que era precisamente eso lo que necesitaba, después de años invertidos como estudiante. Así, comencé a hacer música para obras de teatro experimental, todas ellas muy divertidas. Un día un actor vio uno de los shows en los que yo participaba (fue la obra de Lorca “Doña Rosita la Soltera”); esta era interpretada todas las noches con mí música, por un puñado de músicos. A él le gusto, y le pasó mi nombre a un director con él que estaba trabajando y que curiosamente buscaba un compositor para su película. Así es como comencé a trabajar en mi primer film. El director del que hablamos era Paddy Breathnach.
¿Cómo definirías tú estilo de composición? ¿Qué clases de bandas sonoras o compositores te han influenciado más?
La verdad es que hay algo de trampa en la pregunta. Creo que eso que tú llamas “estilo” viene dado por el proyecto en el que yo esté trabajando en cada momento; y mis proyectos ¡han sido tan diversos! A mí me gustaría pensar que hay algo reconocible mío en todos ellos, pero debo decir que es realmente difícil determinar los puntos en común que unen toda mi obra.
Tengo predilección por los movimientos melódicos horizontales, más que por los acordes verticales en los que se basa la armonía.
También me gusta improvisar y acoplarme a momentos musicales inesperados, y posteriormente conectar todas las ideas musicales en un lugar lo más emocionalmente profundo posible. Un lugar inalcanzable. Pero disculpa, porque creo que estoy empezando a sonar demasiado esotérico: La verdad es que no estoy seguro de poder explicar esto mucho mejor.
Sobre mis bandas sonoras favoritas, tengo que decirte que hay algunos compositores que realmente me tienen impresionado, y uno de ellos es Alberto Iglesias, que pienso que ha escrito algunas de las mejores piezas musicales que yo jamás he escuchado.
Bruno Coulais es otro compositor al que admiro mucho. Por supuesto, ahí están también los grandes nombres que pueblan mi colección de bandas sonoras, como John Williams, Howard Shore, James Horner y Jerry Goldsmith. No quiero ni debo olvidarme tampoco de Nino Rota.
Eso sí, no sé hasta que punto ellos me han influenciado a mí mucho más, de lo que han hecho otros como Strauss, Ravel, Prokofiev o Beethoven, por ejemplo.
Uno de los directores con los que sueles trabajar más a menudo es Paddy Breathnach. “Ailsa”, “The Long Way Home” y “I Went Down” son algunas de vuestras colaboraciones. ¿Qué puedes contarnos de tú experencia con él?
Como te decía antes, Paddy me ofreció la oportunidad de escribir mi primer score (“Ailsa”). Fue una experiencia maravillosa, como para todo el equipo que estaba en el film: para ellos era su primera experiencia cinematográfica. Para Paddy, para el productor, el editor, los actores, para todo el mundo. Nosotros pusimos todos nuestros corazones y almas en el, y al final resulto no ser malo del todo (ganó el premio del ”Festival de San Sebastián” como mejor película aquel año). Durante la producción hubo una serie de situaciones divertidamente surrealistas. Como yo estaba trabajando en Londres y Paddy en Dublín, solía llamarle a él a su casa, para pedirle que metiera el vhs del film en el video por una parte determinada, posteriormente iniciábamos la cuenta atrás “uno, dos, tres... ¡Adelante!”, y él apretaba entonces el play del video en Dublín, mientras yo ponía en marcha mi ordenador en Londres para que reprodujera la música a través de los altavoces del teléfono, y el poder cotejar con las imágenes como funcionaba la música.
Para nuestro siguiente film, “I Went Down” (que también ganó el premio a la mejor película en San Sebastián), el pudo viajar más a menudo y venía a verme regularmente a Londres.
En 2001, escribiste el score del film “The Warrior”, dirigido por Asif Kapadia, una épica aventura realizada en lenguaje “Hindú”. ¿Cómo te viste involucrado en este film? ¿Cuál fue el enfoque que quisiste darle a la música?
Yo había puesto música a otro film de Asif unos años antes, un corto llamado “The Sheep Thief”. Él me mostró el guión de “The Warrior” con mucha antelación, y sin duda era el sueño de un compositor: ¡Una película con apenas diálogos!
Viaje a la India mientras el filmaba, y recorrí el país con mi equipo de grabación durante un mes, grabando a músicos locales que iba encontrando en el camino. El material grabado fue la base del score que yo comencé a escribir una vez regresé a Londres. La música debe su tono a varias influencias: Yo estaba decidido a no escribir música india (no quería ni sitars, ni tablas), pero si crear una mezcla de sonoridades del país, con la amplitud del Spaghetti-Western, y una austera y épica sonoridad polifónica.
En tú filmografía, “The Warrior” no es la única película étnica o de argumento social que nos encontramos. En 2002, trabajaste con el director Michael Winterbottom en “In this World”, un drama sobre dos refugiados afganos que tratan de llegar a Gran Bretaña. ¿Te sientes a gusto escribiendo para este tipo de films? ¿Cómo fue trabajar con Winterbottom?
Yo había trabajado con una maravillosa cantante iraní llamada Parvin Cox, en otros proyectos, y sabía que ella procedía de una familia de nómadas, así que la pregunté si conocía algunas viejas canciones nómadas de su pueblo sobre los desplazamientos y largos viajes que tenían que realizar. Ella me cantó algunas de las más preciosas canciones que yo jamás he escuchado. Su voz denotaba una enorme tristeza. Ella había aprendido esas canciones de su madre unos 50 años atrás.
Pensé que las mismas serían una base maravillosa si las fundiera con un gran score orquestal. Al mismo tiempo, recurrí a uno de los más susurrantes instrumentos de Oriente Medio, el duduk, el instrumento con la sonoridad más parecida a la voz humana que yo conozco.
La aproximación del score fue un tanto extraña, ya que mientras el film está grabado a modo de documental con imagen granulada, y una cámara de mano, la música y los efectos de sonido fueron grabados y mezclados con la mayor amplitud de espacio posible, para ayudar a ubicarte en la historia, tratando de envolver al espectador.
Trabajar con Michael estuvo bien, sobretodo durante la gran parte del trabajo de composición. Él estaba fuera y me dejó a mí sólo para que fuera a mí aire, que es lo que precisamente quería hacer desde un primer momento.
Max Fäberbock dirigió “September”, una película que trataba de analizar el impacto de los atentados del 11 de Septiembre, a través de episodios de ficción completados con material real de documental. Si estamos en lo cierto, tú ahora mismo estás viviendo en Londres. ¿Cómo te sentiste escribiendo música para ese film? ¿Los sentimientos que viviste durante el mismo fueron similares a los que sentiste después del triste episodio de los ataques terroristas en Londres?
Estás en lo cierto, yo he vivido los ataques de Londres en primera persona.
La verdad es que sentí muchas emociones poniendo música a “September”. Reconozco que estaba un poco receloso con el film antes de empezar. No estaba seguro que contar historias de ficción para reflejar algo que fue tan real fuera una gran idea. Pero cuando conocí a Max, me sentí pronto contagiado por su entusiasmo. Él me explicó que lo que quería era capturar algo muy íntimo y personal de los protagonistas, y que no buscaba hacer un film centrado exclusivamente en el 11 de Septiembre, sino en lo que sienten aquellas personas que sufren una tragedia tan descomunal como esta, que incluso se les hace imposible poder comprenderla. Me gusta plantearme esa serie de cosas, y por supuesto mis sentimientos cuando ocurrió aquí en Londres esos atentados fue plantearme todas esas preguntas que plantea el film de Max.
2005 es posiblemente el año de tú reconocimiento internacional, tú nombre es conocido en cualquier sitio, y los fans felizmente sorprendidos con tú asignación para el film de Terry Gilliam “The Brothers Grimm”. ¿Cómo conociste a Terry y cómo fue colaborar con él?
Si fuera supersticioso yo estaría preocupado, pues mi suerte esta en juego con todos estos halagos (risas)...
Conocí a Terry Gilliam a través de Tony Grisoni, que había escrito el guión de “In This World”. A Tony le encanta la música que yo escribí para ese film, y le pasó un cd a Terry, quien tras escucharlo le preguntó si yo podría escribir música “rápida” (de acción)... el problema era que para la mayoría de las películas para las que yo había trabajado, debido a su naturaleza introspectiva, nunca había podido escribir música para escenas como por ejemplo, de una persecución de coches.
Sin embargo, comencé a rebuscar en mis archivos, en mi obra de concierto, retrocediendo a mis tiempos de estudiante, tratando de buscar música lo suficientemente “movida”, “rápida” para recopilarla en un cd para Terryl. Al final se lo mandé y no volví a saber nada de él hasta pasados seis meses. Un día, en marzo del año pasado, el teléfono sonó, y una hora y media después yo estaba sentado con Terry viendo partes de “The Brothers Grimm”. Me llevé un par de escenas para ponerlas música. A Terry le encantó mis ideas y me dio el trabajo.
¿Qué puedes contarnos acerca de este cuento de hadas? Y por supuesto, ¿cómo es la música? Cómo ocurre siempre con cualquier película de Terry Gilliam, este proyecto ha creado una enorme expectación entre los aficionados ¿Crees que la gente entenderá el riesgo que Gilliam ha tomado?
Puedo decirte que la película es ¡Brillante! Espero que vayan muchos espectadores a verla, pues seguro que la disfrutarán. La imaginación de Terry es volcánica, él es todo lo contrario a un minimalista: tiene nuevas ideas constantemente, y surgen con tanta rapidez que hace que los demás nos sintamos avergonzados.
Por supuesto que la audiencia entenderá este film. Te diré todavía más, la gente saldrá del cine con imágenes que perdurarán en su mente durante mucho tiempo.
¿Qué como es la música?... Es difícil de describir: la historia es una locura, y pasa con gran rapidez de un estilo a otro, una mezcla de comedia, cuento de hadas, humor negro, elementos militares, acción, romance, misterio y magia, horror y farsa (estoy seguro que todavía olvido algo...). En el fondo, la clave es que cualquier idea musical de una imagen errónea de lo que pasa, al tiempo que la acción cambia rapidamente de un estado de ánimo a otro. El desconcierto es la clave. Espero que guste mi composición.
Mientras escribías el score, ¿Cuáles eran los aspectos que tenías más en cuenta? ¿Los personajes? ¿La historia? Y respecto al resultado final ¿estás satisfecho?
Compuse teniendo en cuenta ambos elementos. La historia y los personajes. Eso sí, debo decir que él score es un poco “lateral” en lo que respecta a los personajes. Decidí que el destino era un carácter que necesitaba una identidad musical propia, al igual que la aspiración que tienen los personajes de tener libertad para soñar, un carácter invisible pero muy importante. Para “The Brothers Grimm” no hay un único tema, sino varios motivos a los que recurro constantemente, y la verdad es que estoy muy satisfecho del resultado final.
“Orgullo y Prejuicio”, adaptación del famoso libro de Jane Austen, es otra película a la que has puesto música. Un film, que como “The Brothers Grimm” tiene un ambientación antigua, clásica... ¿Cómo es el score? ¿Necesitaste algún tipo de formación clásica adicional? ¿Tomaste como referencia algún compositor clásico de la época en la que esta ambientada la película?
Aunque es cierto que son films casi contemporáneos en cuanto a la época en la que transcurren las historias, la oscuridad de los bosques alemanas con casas encantadas y hombres lobos está muy lejos de las dulces colinas inglesas concurridas por bebedoras de tea con el estupendo sentido del humor de finales del siglo 18. Esto mismo es algo que ocurre en el tono de la música de ambos films. El score de “Orgullo y Prejuicio” no podía ser más diferentes: Empecé escribiendo algunas piezas para piano antes de que la película fuera rodada, porque ellos las necesitaban para algunas escenas en las que los personajes aparecían tocando el piano. Las principales referencias de estas piezas fueron algunas sonatas a piano de la primera época de Beethoven, que habían sido compuestas aproximadamente al mismo tiempo que Jane Austen estaba escribiendo “Orgullo y Prejuicio”.
El score sin embargo no está limitado por la corrección histórica; yo estaba más interesado en capturar el revoloteo de las mariposas en el estómago que se siente cuando cae enamorado, que de ser estrictamente fiel a los parámetros musicales de la historia. Estamos ante una gran historia de amor, y la película supone una aproximación muy fresca y novedosa con relación a una novela, que perfectamente podría haber sido escrita y ambientada en nuestros tiempos.
Nosotros decidimos desde muy al principio de la producción que el piano sería el corazón del score, reflejo de la alegría y el espíritu candido de Elizabeth Bennett, y estoy seguro que mi formación como pianista ayudó a este respecto. Fuimos muy afortunados de poder contar con Jean-Yves Thibaudet, uno de los más grandes pianistas clásicos vivos. A él le interesó el proyecto, y su interpretación del piano es sin duda lo mejor que yo hubiera deseado para el score.
¿Leiste el libro de Jane Austen para entender mejor la esencia de la historia o simpelemente te dejaste guiar por el devenir de la producción (guión, dirección)?
Sólo leí el libro de Jane Austen una vez que hubiera terminado mi trabajo en el film. El guión, las imágenes y la dirección fueron realmente inspirados en si mismas..
Yo a veces leo el libro antes de trabajar para una película, pero en ocasiones esto es un obstáculo, a veces hay tantas capas y subtramas que no salen en la película que puedes verte tentado de desarrollarlas.
Lo único que debe ayudarte, lo único en lo que debes centrarte es en la versión adaptada del libro contenida en el guión, la cual es la que va a ser filmada. Es la historia que se va a narrar la que tú debes tener en cuenta a la hora de componer la música.
En 2005, tú también has trabajado para dos producciones de la BBC, primero “Shooting Dogs”, un drama dirigido por Michael Caton Jones, y luego “Pobby Dingan”, dirigida por Pete Cattaneo (The Full Monthy). Imagino, que son dos directores diferentes, con dos visiones también muy diferentes. Nos gustaría que nos contaras como fue tú experiencia en estos films, y por supuesto, cómo es la música.
“Shooting Dogs” es un film basado en el genocidio de Ruanda, acaecido hace once años, y toma como referencia una historia real. Es una película espeluznante, para la que yo he trabajado con una maravillosa cantante ruandesa, Cecile Kayrebwa, que ahora vive en Bélgica. Es un score austero, donde trato de resaltar la idea de que en el hombre que provoco ese infierno todavía hay algo de humanidad.
La película de Peter Cattaneo es un gran historia sobre una niña que tiene dos amigos imaginarios (Pobby y Dingan): ella es la única que puede verlos, y su padre, madre y hermano temen de que ella pueda estar loca. Lo que nosotros tratamos de mostrar es que la imaginación puede a veces ser tan real como la propia vida, y que esta pueda ayudar a que la gente se transforme en lo que quiere ser. Decidí crear un sonido especial para ese mundo imaginario, una mezcla de sonidos caprichosos y a veces mágicos.
Para terminar, ¿qué puedes contarnos acerca de tús futuros trabajos? ¿Algún comentario sobre “V de Vendetta”?
He estado tan ocupado con el presente que he olvidado el futuro...
Sólo espero que el futuro me traiga la oportunidad de trabajar en nuevas e interesantes colaboraciones con directores tan inspirados como con los que he trabajado este año.
Acerca de “V de Vendetta”, adaptación de un comic de Alan Moore, puedo decirte que la película está siendo dirigida por James McTeigue y producida por los hermanos Wachowski.
Actualmente, estoy trabajando en ella. Hay mucho trabajo y por ahora prefiero no tentar la suerte hablando de ella, espero que lo entiendas. Sí todo sale bien, te hablaré de este score cuando haya terminado...
De nuevo, gracias por el tiempo que has invertido para concedernos esta entrevista. Ha sido todo un privilegio para nosotros hablar contigo. Te deseamos lo mejor para el futuro, y por supuesto seguir disfrutando de tus nuevos trabajos.
El placer ha sido mío, gracias por entrevistarme.
Agradecimiento Especial: Lucy Evans y Maggie Rodford.
Edición en Inglés: Demetris Christodoulides.
Prohibida la reproducción del material fotográfico de Dario Marianelli sin autorización de Scoremagacine.
2-septiembre-2005
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